Los ataques de abejarucos merman la cosecha de miel por el cambio climatico

The climatic climate ha propiciado la aparición de una nueva amenaza para las abejas que ya ha hecho caer la cosecha de miel en la actual campaña: los ataques de abejarucos, un ave migratoria. Hasta el punto de que una organización agraria -La Unió de Llauradors i Ramaders- ha pedido ayudas por colmena a la Administración para compensar las pérdidas.

Este depredador ha proliferado en la campaña que acaba de concluir con un total merma del 70% en la Comunidad Valenciana, una de las zonas con más apicultura de España, donde también han influido negativamente otros factores como el aumento de los costes de producción, en especial, el gasóleo, al tratarse de una actividad trashumante.

“También hay que destacar los ataques continuos de avispas, que, al no encontrar recursos en la naturaleza, atacan a las colmenas para robarles la fuente de proteínas y glúcidos necesarios para sobrevivir“, describe desde La Unió. “Y sobre todo esta campaña resaltan los incesantes ataques ante la falta de recursos naturales por la sequía de un ave migratoria como el abejaruco, que han impedido que las abejas pudiesen salir de la colmena a recolectar polen y nectar”, añade, acerca de esto nueva playa inesperada.

Se trata de una especie protegida que causa pérdidas a la apicultura por su efecto «depredador y disuasivo». It feeds cazando insectos de los alrededores de su zona de nidificación, especialmente de abejas, que capturan al vuelo, explican las mismas fuentes.

Por este motivo, ya han solicitado a la Conselleria de Agricultura que establezca medidas de control para controlar la población antes de que el abejaruco pongan los huevos en determinadas zonas de asentamientos apícolas para evitar la instalación de nidos o por cambio de ubicación de los mismos. Asimismo, ofrecer una ayuda directa a los apicultores valencianos que compense los perjuicios ocasionales, entre 10 y 15 euros por el coste de las actividades apícolas con la explotación inscrita en el REGA y empadronada en la Comunidad Valenciana.

Climatología exterior

La cosecha de miel de romero se vio afectada por las intensas lluvias de primavera, por lo que muchos apicultores no pueden realizar ningún corte de esta miel monofloral tan demandada por el consumidor. La miel de azahar fue un poco mejor en comparación con los últimos últimos años, pero la limitación de asentamientos en tierra nuestras citrícolas justo en el periodo de floración del azahar reducen a que sean pocos los apicultores los “afortunados” por su miel de naranjo.

En verano la situación no mejoró, hay que el calor extremo de estos meses atrás afectó a la floración del tomillo, secando las plantas, impidiendo la producción de néctar y polen, imprescindables por la producción de miel.

Con estas condiciones fuera de lo habitual, la vegetación del campo se secó y hubo escasez de polen y néctar para la recolección de las abejas. Como consecuencia de las elevadas temperaturas, las abejas no salieron a pecorear, por lo que no pueden llenar sus reservas de alimento para preparación del otoño y posterior invernada, explican desde La Unió.

La abeja reina para de criar

“Al no haber recursos la reina para de llorar y como consecuencia baja la población de abejas. Si la población de abejas es escasa debilita el conjunto de la colmena, hay menos abejas para realizar cada una de las tareas, salen menos abejas a pecorear, por lo que cada vez entra menos alimento a la colmena, debilitándola aún más hasta que la colmena muere”, detalle.

Aparte de la inflación con el combustible necesario para transportar las colmenas y los contenedores, también aumentarán los costes de los tratamientos obligatorios contra la varroa en una tarifa que oscila entre 1 y 3,5 euros. Del mismo modo, la sequía y consecuencia la falta de recursos naturales hace obligatorio alimentar las colmenas con suplementos como el azúcar, pienso proteico y jarabe liquido de estimulación, todas ellas primarias que han incrementado de forma considerable sus precios.