Los Ferrocarriles de la Generalitat han anunciado una serie de cambios que emergen al trayecto Barcelona-Vallés, que tantos habitantes del Área Metropolitana registran a diario. Uno de esos cambios será la habilitación de más trenes ante el aumento de la demanda, sobre todo desde que se alargaron las líneas de Sabadell y Terrasa, cocapitales ambas del Vallés Occidental.
En 2019, la línea que a Sabadell, Terrassa, Sant Cugat, Rubí, la UAB, Sant Quirze del Vallés y Bellaterra con el centro de Barcelona construyó un récord de pasajes (66,3 millones), y llegó a su máxima capacidad. Dicha capacidad se ha ampliado por la compra de 15 trenes más y una nueva configuración de los horarios.
Los canjes cobrarán vigor desde el primero 9 de diciembre y aumentarán en un 27% más las plazas disponibles. Eso sí, los trenes pararán en todas las estaciones y, por tanto, algunos trayectos durarán más que ahora, que algunas líneas se saltan algunas estaciones. La línea del Vallés pasará así de tener una capacidad de 80 millones de viajes al año a 110 millones.
Adiós a los “semidirectos”
La línea Barcelona-Vallès incluye el servicio de la S1 Terrassa, S2 Sabadell, L6 Sarrià, L7 Av Tibidabo y L12 Reina Elisenda. Las líneas Si y S2 cubrirán el servicio que actualmente ofrecen las líneas S5 Sant Cugat, S6 Universidad Autónoma, S7 Rubí, los llamados semidirectos, que desaparecerán como tal, par que se alarguen hasta Sabadell y Terrassa, lo que supone que, de diciembre, el S1 y el S2 se detendrán en todas las estaciones.
De 7.30 a 9.30 horas, habrá un doble viaje para conectar Barcelona con Sabadell y Terrassa, un 37% más para la Universidad Autónoma, un 22% más para Sant Cugat y un 20% más para Rubí. En el resto del día, habrá trenes cada 10 minutos con salida o destino en Terrassa o Sabadell.