El Gobierno de la Comunidad de Madrid se prepara para defenderse con unos y dientes del nuevo impuesto estatal a las grandes fortunas. Y su presidenta ha hecho cuentas. “Solo de Madrid podría costar a 13.000 contribuyentes por IVA e IRPF hasta más de 5.000 millones de euros”, ha adelantado este lunes Isabel Díaz Ayuso, durante la jornada informativa del Nuevo Fórum Economía celebrado en Barcelona.
“Nos desayunamos ahora con otro nuevo eufemismo para edulcorar la chapuza del día, el llamado Impuesto de Solidaridad, como si en España quién más tiene no pagase más, una medida que no roza a la ya muy debilitada clase media, que apenas va a afectar a las más altas y que las más vulnerables no verán efectiva hasta dentro de un par de años”, ha lanzado la directente.
La semana pasada ha advertido que esperaría recurrir ante los tribunales si se deduce que el plantamiento del gravamen invade competencias regionales. «Cada vez que el Gobierno ha retado a ir a los tribunales, por defecto suelo ganar porque yo no voy en contra de, voy a favor del Estado de derecho y de hacer las cosas correctamente», ha dicho este lunes.
Además de argumentos para defender el paraíso fiscal madrileño e imán empresarial, Ayuso ha aportado cifras. La entrada en vigor del nuevo impuesto podría expulsar a 13.000 contribuyentes, o grandes fortunas, que dejarían de aportar 5.000 millones de euros a las arcadas estatales, según sus estimaciones. “Lejos de eliminar el Impuesto de Patrimonio por ser injusto, anacrónico y arcaico, ahora va a haber gente que lo va a pagar dos veces mientras atacan sin control a las regiones que lo denunciamos”, ha añadido.
“Voy defendiendo, como he tenido que hacer con la concertada en la Comunidad de Madrid, con el cierre ilegal de la región y a lo mejor también con este impuesto inventado del Patrimonio que lo llaman de Solidaridad o de ricos, para señalar a unos ciudadanos como culpables mientras este Gobierno cada vez tiene más dinero en sus bolsillos porque no deja de asfixiar al contribuyente por nuevos impuestos”, ha criticado la presidenta.
Más allá del polémico impuesto, el “puente hispano” entre Madrid y Barcelona, “el mestizaje, la apertura y la celebración”, por un lado, y la “espiral autoritaria en Cataluña”, “la aquiescencia del Gobierno central”, por otro, han sido las dos líneas argumentativas del discurso de Ayuso. El desayuno se ha celebrado con motivo de la Hispanidad 2022, una fiesta que arranca este martes, no solo en la Comunidad de Madrid, sino que se extenderá a Cataluña, Ceuta y Melilla.