ໂຮງໜັງແລ່ນໄປຕາມເສັ້ນທາງໜຶ່ງຂອງລົດໄຟ Villaverde ທີ່ປະຖິ້ມໄວ້

Aitor Santos Moyaປະຕິບັດຕາມ

De Getafe a Villaverde en un vehículo robado para acabar atrapados en unas antiguas vías de tren. La Policía Nacional detuvo el pasado lunes a dos jóvenes tras una espectacular persecución que terminó de la forma más inverosímil posible: uno de ellos fue sorprendido en el viejo paso ferroviario y el otro esconderse sin éxito en un contenedor. Todo comenzó esa misma mañana, cuando los dos sujetos trataron de sustentar un turismo en el barrio de La Latina. Un objetivo en teoría factible (a tenor del historial de delitos similares que acumulan) que fue truncado por el propio dueño. Les apareció y rápidamente denunció los hechos, aunque no por ello iban a dejar para otro día su plan.

Desde el centro de Madrid nos desplazamos hasta Getafe, donde veremos ‘tomar prestado’ un Audi de color negro y poner rumbo de nuevo a la capital.

El propietario dio la voz de alarma y la matrícula pasó a la base de datos de vehículos robados de la Policía Nacional. No es de extrañar, por tanto, que al ser descubierta en la M-40 circulando en zigzag, los dos ocupantes la acelerarán en dirección a la Avenida de Andalucía. En plena persecución, los agentes dieron cuenta de la identificación del coche y este saltó de inmediato en el sistema.

En su peligrosa huida, los ladrones trataron de borrar el rastro desviándose por la calle de Anoeta, una calzada llena de muescas aparcadas que acaba en forma de codo en su confluencia con la calle de la Hermandad de Donantes de Sangre. Pero lejos de trazar la curva cerrada, decidir seguir de frente hasta un pequeño terraplén que une las últimas casas con las viejas vías de Villaverde. El golpe frontal al otro lado del paso estaba servido.

Con el coche varado frente a una pequeña valla, los delincuentes demandaron a la carrera antes de ser interceptados. Al tiempo que el primero era arrestado, los uniformados observaron que su acompañante metía dentro de un cubo de basura, procediendo también a su detención. Ambos, españoles de 22 y 21 años, están acusados ​​de robo de uso de vehículos y resistencia y desobediencia a la autoridad. Al conductor, que no cuenta con permiso de conducir, se le imputa además un delito contra la seguridad vial. Fuentes policiales confirmaron que periódicamente decían que sus espaldas estaban tras su vida conocidos por cometer numerosos robos de cheques y delitos contra el patrimonio.

Dos lanzas en menos de 24 horas

Esto sucedió después de un contecido el pasado domingo, ya que un individuo embistiera tiene un coche patrulla de la Guardia Civil que trató de darle el alto durante otra persecución. Fue tal la arremetida, que los agentes se vieron obligados a efectuar disparos intimidatorios en una zona conocida como El Montecillo.

Los hechos tuvieron lugar pasadas las 23 horas en la calle de María Curie, en el marco de un aviso atendido por la Benemérita. Al llegar, tres personas trataron de marchar a bordo de un vehículo, chocando en varias ocasiones contra el coche de los funcionarios. Dos de los sospechosos lograron escapar, mientras que el tercero fue detenido. Los disparos al aire sorprendieron a los trabajadores y clientes de un establecimiento de comida rápida cercana, que no dudaron encerrarse ante el temor de que estuviera produciendo un tiroteo. “¡Que no salga nadie!”, fueron algunos de los gritos proferidos, a la espera de la llegada de las fuerzas y cuerpos de seguridad.

Fruto de la embestida, los facultativos del Summa-112 desplazados tuvieron que esperar un agente por un traumatismo craneoencefálico de alto carácter. El Instituto Armado mantiene un operativo para localizar a las dos personas fugadas.