—Ha sido el verano de la recuperación turística postcovid e incluso en el sector existente una mezcla de malentendidos y rechazo al Gobierno. La economía, los decretos energéticos, la reforma laboral. Si es presidente, ¿qué hará para ellos? —Sé distingue las encuestas del recuento electoral y por lo tanto no vendo la piel del oso antes de cazarlo. Pero tengo claro que si los españoles me eligen no será para que les mienta. Lo primero que haré es decir a todos la verdad sobre la situación real del país, con toda la crudeza. Eso es lo que puedo prometerles. Después explicó las medidas concretas. —Hay que dibujar un horizonte. —Dependiendo de si Sánchez agota la legislatura, que creo que es lo que va a querer hacer, el deterioro de la economía va a ser de tal magnitud que tendermos que calcular con mucho detalle el nivel del siniestro para saber en cuánto tiempo podemos darle el alto. Pero España es un país fuerte y en los últimos tiempos ha sobrevivido a la crisis financiera que el PSOE negó y un a pandemia que también el PSOE negó, porque mientras en febrero de 2020 en Galicia comprábamos los primeros respiradores, el Gobierno promovía actos multitudinarios, manifestaciones incluidas. A poco que ordenemos, bajemos impuestos y dejemos trabajar a los españoles, nuestro irá bien. —Este ha sido el primer verano en 15 años en que no ha sido presidente de Galicia. Su tierra es el último paraíso europeo que aún no han descubierto rusos y árabes. ¿Ha faltado en la Xunta intensidad comercial como la que por ejemplo han tenido Ibiza, Madrid o Bilbao para atraer el turismo? —Galicia ha tenido un histórico problema de accesibilidad. Las autopistas son del siglo XXI, recién terminadas, como quien dice, el AVE aún no está completo, y esto evidentemente, desde el punto de vista económico ha sido negativo en relación al aprovechamiento del turismo. En cambio, con menos cantidad, y menos especulación, la preservación del paisaje y la ordenación del territorio han sido mayores. —Porque usted Ada Colau. —El turismo en Galicia no ha de basarse en la cantidad sino en la calidad. Las tierras altas de España, sobre todo Galicia y Cantabria, entiendo yo que van a ser en los próximos años el destino prioritario español y europeo en los que busquen turismo de calidad y tranquilo. —Cuesta oír que un balneario tan extraordinario como La Toja cuesta 200 euros la noche y que hoteles de Ibiza que no tienen tantas prestaciones no bajen de los 1.000. —Cuando las infraestructuras estén terminadas, Galicia se abrirá definitivamente al mundo. Pero siempre buscando un equilibrio basado en la calidad, no en las masas. Que los gallegos seamos moderados no significa que no sepamos lo que queremos o nos falte determinación. Galicia produce el cuarenta y pico de madera de España y es la comunidad con más línea de costa del país. Esto significa algo, y algo que vamos a saber aprovechar. Hay que disfrutar de Galicia pero sin estropearla. —El presidente Moreno Bonilla dijo ayer que él no está hecho para la palabra soez ni el hostigamiento. —Yo procuro decir lo que pienso y decirlo con respeto aunque a veces me tengo que morder la lengua. —Rajoy 2. —Me parezco más a Rajoy que a Sánchez. Mi objetivo es una mayoría contundente como las de Rajoy y Aznar. Es la mejor forma de poder gobernar España, con la crisis que va a dejar Sánchez. Convocaré a los españoles a cambiar este gobierno y para esto los españoles nos tenemos que unir. Otra década de sanchismo ni siquiera España podría soportarla. —Bilingüismo. —Galicia es bilingüe y una nacionalidad histórica igual que Cataluña. Yo sé que tú no hablas en catalán con tu hija para molestar a nadie. Procurar promover la cordialidad lingüística, defendiendo, protegiendo y ejerciendo el constitucionalismo catalán. -Maestro. —He defendido siempre que hay que aprobar y que suspender es lo contrario de aprobar. —Violencia de genero. Memoria historica. —Hay crímenes machistas. es la realidad. Pero hombres y mujeres son iguales en deberes y derechos, también en presunción de inocencia. Bildu es incompatible con la memoria de este país.
