Ki jan yon 'Latè' ta sanble nan òbit alantou Alpha Centauri?

Jose Manuel NievesSwiv

Con 5.000 exoplanetas descubiertos, una cifra que además sigue aumentando cada día, la búsqueda de una ‘nueva Tierra’ está entrando en una fase totalmente nueva. De hecho, la simple catalogación de miles de nuevos mundos no es suficiente. Ahora se tata de caracterizar a los más prometidos, analizar su atmósfera y buscar en ellos los signos de la vida. Algo técnicamente imposible hasta ahora, pero que los nuevos telescopios, como el James Webb, lanzado el día de Navidad del año pasado, o el ELT (Extremely Large Telescope), actualmente en construcción, sí que podrán abordarse en los próximos años.

¿Pero qué es exactamente lo que debería buscar? O dicho de otra forma, ¿cómo sería una ‘Tierra’ orbitando una estrella similar al Sol? Para averiguarlo, un equipo de investigadores de la Escuela Politécnica Federal de Zúrich, simplemente conocida como ETH Zurich, ha propuesto averiguar cuál sería la composición elemental de un hipotético planeta en la zona habitable de las dos estrellas como el Sol más cercano a nosotros: Alfa Centauri A y Alfa Centauri B.

O dicho de otro modo, cómo sería un planeta parecido a la Tierra en ese sistema estelar. Los resultados de este trabajo se acaban de publicar en ‘The Astrophysical Journal’.

Con 4,36 años luz de distancia, Alfa Centauri es el sistema estelar más cercano a la Tierra. Está formado por tres estrellas, Alfa Centauri A (o Rigil Kentaurus), Alfa Centauri B (o Tolimán) y Alfa Centauri C (o Próxima Centauri, por ser ésta la más próxima al Sol). El modelo llevado a cabo por los investigadores está basado en las composiciones químicas medidas por espectroscopía en las dos primeras (la tercera es una enana roja, muy diferente al Sol), de las que, debido a su proximidad, se dispone de una gran cantidad de información.

A partir de estos datos, los científicos del ETH Zurich lograron proyectar las posibles composiciones que tienen un hipotético cuerpo planetario que orbitara cualquiera de las dos estrellas. Y así llegaron a predicciones extremadamente detalladas sobre las propiedades de su planeta modelo, al que llamaron ‘α-Cen-Earth’ (Tierra de Alfa Centauri), incluida su estructura interna, mineralogía y composición atmosférica.

Así sería la ‘nueva Tierra’

Bajo la dirección del astrofísico Haiyang Wang, el equipo de investigadores ha conseguido dibujar una cautivadora imagen de un posible exoplaneta en Alfa Centauri A ó B. Según el artículo, si realmente existe, es muy probable que α-Cen-Earth tenga una muy geoquímica similar a la de nuestra Tierra, con un manto dominado por silicatos, pero enriquecido con elementos que contienen carbono, como el grafito y el diamante. La capacidad de almacenamiento de agua en su interior rocoso debería, también, ser equivalente a la de nuestro planeta natal.

Pero no todo serían similitudes. Según el estudio, α-Cen-Earth también se diferenciaría de la Tierra de varias formas, con un núcleo de hierro ligeramente más grande, menor actividad geológica y una posible falta de tectonica de placas. Sin embargo, la mayor sorpresa fue que la atmósfera primitiva del hipotético planeta podría haber estado dominada por dióxido de carbono, metano y agua, igual que la de la Tierra en el eón Arcaico, hace entre 4.000 y 2.500 millones de años, cuando surgió la primera vida en nuestro planeta.

Predicciones sobre la atmósfera

El estudio, además, destaca porque el modelo es capaz de incluir predicciones sobre la presencia de elementos volátiles. Algo sumamente complicado es que, tan bien se entiende que la composición química de los planetas rocosos o ‘terrestres’ se corresponde normalmente con la de sus estrellas anfitrionas, eso es válido solo para los llamados ‘elementos refractarios’, es decir, rocas y metales . Pero la correspondencia se rompe por los elementos volátiles, que son aquellos que se evaporan con facilidad, como el hidrógeno, el carbono y el nitrógeno, que sus claves para saber si un planeta es potencialmente habitable.

La probabilidad de encontrar un ‘hermano mayor’ de la nueva Tierra (el sistema Alfa Centauri A/B es entre 1.500 y 2.000 millones de años más antiguo que el Sol) es difícil de alcanzar. Y entre 2022 y 2035, Alfa Centauri A y Alfa Centauri B estarán lo suficientemente separados una de otra para emprender la búsqueda de mundos alrededor de cada una de las dos estrellas sin el obstáculo del brillo de la estrella cercana. De hecho, y aprovechando la nueva y poderosa generación de telescopios, los investigadores tienen la esperanza de que uno o varios exoplanetas alrededor de Alfa Centauri A/B se unan a los casi 5.000 exoplanetas que se han descubierto desde 1995, cuando los astrofísicos de la Universidad de Ginebra Michel Mayor y Didier Queloz (quien se unió a la facultad de ETH Zurich como un pasado) anunciaron el descubrimiento del primer planeta fuera de nuestro Sistema Solar alrededor de una estrella similar al Sol.

El trabajo de Wang y sus colegas, pues, importante resultado para que los próximos esfuerzos para buscar planetas en le system Alfa Centauri tengan una base sólida en la que apoyarse y una serie de características bien definidas de los mundos qu’est localizar.