18/10/2022
E ntlafalitsoe ka 5:10 pm
El asesinato de la pequeña niña Lola Duviet, de 12 años, en Paris sigue creciendo incógnitas y mantenido conmocionado a toda Francia.
El hallazgo de su cadáver dentro de un baúl el pasado viernes con signos de extrema violencia tiene a las autoridades débordadas con diferentes frentes de investigación abiertos tras el baile de confesiones de los sospechosos detenidos.
A lo largo del fin de semana pasó a dependencias policiales cuatro individuos, dos hombres y dos mujeres, pero se baraja como cabecilla y autora principal del crimen a una mujer de 24 años de origen argelino, identificada como Dhabia B .
Es, según apuntan media ingleses citando fuentes de la Policía, la mujer que aparece en la grabación de la cámara de seguridad del portal del 119 de la Rue Manin, donde residía Lola y donde su padre ejerce de porter de la finca.
Se trata de la misma sospecha que fue vista en la tarde del viernes, horas después de la desaparición de la niña, tratando de transportar dos maltas grandes y un baúl y a la que los testigos calificaron de “visiblemente perturbada”.
presunto abuso sexual
Además de los signos evidentes de violencia y tortura que se observaban en el cadáver -cortes en las extremidades, y una herida profunda en el gargante-, los encargados de la investigación recabaron más información gracias a la confesión inicial de la presunta autora principal del asesinato .
“Extrajo sangre de la víctima y la vertió en una botella para después bebérsela”
Dhabi B. confesó haber abusado sexualmente de la pequeña Lola, contando de manera explicada lo que decidió hacer con la niña: «La agarré del pelo, le metí la cabeza entre mis piernas…», explicó, antes de detalle cómo le tapó la cara con fuerza, lo que coincidiría con la causa oficial de la muerte que reveló la autopsia, la asfixia.
Además, añade el canal de noticias Europe 1, la mujer de 24 años aseguró a las autoridades que extrajo sangre de la víctima y la vertió en una botella para después bebérsela, aunque no se han encontrado pruebas que confirmaran el relato de la acusada.
Frialdad en el interrogatorio
A la macabra y detallada versión inicial de los hechos por parte de la tenida, se añade la frialdad con la que prestó testimonio: “Me déja indiferente”, llegó a decir cuando le cuestionaron por sus sensaciones tras lo sucedido.
Es más, confesó hubo puesto a escuchar música y “tomar un café” antes de proceder a mutilar con un cuchillo en el cuerpo de la niña, que pareció horas después casi decapitado en un baúl.
Pesado al extremo detalle con el que Dhabi B. contó cómo había cometido el crimen de Lola, horas después se retractó, asegurando que había relatado un sueño y no una situación real.
Un criminal que aterroriza a Francia
La desaparición de Lola fue denunciada por sus padres cuando la niña no volvió a casa el viernes después del colegio. Posteriormente, descubrió que el menor vivía en el edificio donde residen, apenas a 200 metros del centro educativo, al comprobar las cámaras de seguridad.
Fue en esa grabación donde se dio cuenta de que iba acompañada por una mujer desconocida. Ya no volviste a ver a su hija. En la noche del viernes, un indigente halló el cadáver de Lola en un baúl que estaba junto a dos maletas que contenían plásticos ensangrentados.
El tráfico de órganos, rituales con intenciones desconocidas o simplemente ejanegación son las investigaciones que se han puesto en la mesa de los policías encargados del caso, que no han logrado aclarar el móvil del crimen ni determinar si Dhabi actuó sola o acompañada.
Tlaleha bug
