Jokubaitis, mohlankana ea ileng a roba sephetho ka metsotso e 'meli ea bohlanya

Emilio V. EscuderoTLOTLANG

Nikola Mirotic quitó el trofeo de mejor jugador de la finale, pero sin el trance mágico de Rokas Jokubaitis en el último cuarto no habría podido hacerlo. El lithuano, de solo 21 años, rompió el partido con nueve puntos consecutivos que obligaron al Madrid a jugar a la contra los últimos instantes del encuentro. Dos minutos de locura en los que sumó primero un triple que le dio la primera ventaja de la noche a su equipo, y luego dos canastas con tiro adicional. Acciones plenas de energia y confianza. Las dos cualidades que jor definitivamente a este jugador al que la NBA y le tiene echado el lazo.

Los Knicks hicieron con sus derechos en el draft del pasado verano, aunque prefirieron abrirle la puerta de vuelta a Europa para que terminara de formarse.

No encontró la base mejor lugar que bajo el brazo amigo de Jasikevicius, el técnico que le había dado la alternativa en el Zalgiris siendo un juvenil y que se ha convertido en una pieza clave de este Barcelona. “Voy a llamarle chaval, porque es muy joven. Ha estado muy bien. No puedo decir que me ha sorprendido, porque le veo entrenando todos los días y él es eso que hemos visto todos esta noche. Hoy nos ha dado, en un momento clave, sus puntos y su energía. Creo que Rokas es de los mjores jóvenes de Europa y tenemos el privilegio de disfrutar de su juego y de su pasión, que es increíble. Yo, que ya tengo 30 años, cuando veo la pasión que tiene él, me dan ganas de hacer lo mismo. Es un guerrero y hoy nos aprovechamos de eso para ganar el partido”, explicó Mirotic, el MVP de la final, que quiso compartir el mérito con el joven lituano.

El pasado verano, Jasikevicius convenció a la directiva azulgrana para hacerle un sitio a Jokubaitis a pesar de que en la plantilla había dos bases contrastadas como Calathes y Laprovittola. Suponiendo que los Knicks no contaban con él, le llamaron para convencerle y su defensa y energía han resultado claves en muchos partidos de esta temporada.

Jokubaitis, que ganó la final con 12 puntos y tres asistencias, fue uno de los más felices tras el encuentro. Celebró su primer título a lo grande, ayudando a Kuric a cortar la red de la canasta y bañando a su mentor en el vestuario. Felicidad plena para él, convencido de estar en el mejor sitio para crecer antes de dar un salto hacia la NBA que es solo cuestión de tiempo, aunque él no tiene premio. Buena noticia para el Barça.