«Weinstein pretende tomar medidas contra un hotel»

A los 18 años la acusaron de formar parte del séquito de Berlusconi y tuvo que surgir a los tribunales y huir de Italia. «Era de origen humilde y no tenía quien me defendiera», recuerda Ambra Battilana. “¿Qué podía hacer para que me creyeran? ¿No llevar tcones, no llevar maquillaje?»

En Estados Unidos se repitió la historia. «Me preguntan cómo es que me pasan a mí estas cosas, y yo les respondo que les ocurre a muchas mujeres, pero yo decidí no llamar», asegura en el Santander WomenNOW, Durante su intervención ‘El día que denuncié a Harvey Weinstein (y estalló el #MeToo)’.

Con 22 años, en 2015, fue atacado por el productor Harvey Weinstein. Pero esta vez, y con la experiencia italiana, le denunció.

“La policía grabó las llamadas donde reconocía que me había asaltado sexualmente. Creí que no me creerían pero la mujer miró policía a los ojos y me dijo: ¿quieres ir con un micrófono escondido? Y dije que sí, porque contra Berlusconi y sus fiestas bunga bunga sentí que debía haber hecho mucho más. Así que acepté verle en un hotel«.

“Al día siguiente me levanté y me puse el micrófono escondido, quedé con él, que no esperaba que yo acudiera”, prosigue. A continuación, Weinsten “intentó atraerme con promesas de superestrella y luego intió llevarme a una habitación. Yo tenía mucho miedo porque es un hombre muy corpulento. No sólo por el físico, también por su forma de actuar. Se puso violento. Grito. Asustame”. Las autoridades estaban cerca, pero ya las habían advertido que quizás no pudieran intervenir.

Aquello ocurrió antes del #MeToo, que surgió a raíz de actitudes como la suya, que entregó las cintas al ‘Newyorker’. Entonces la sociedad norteamericana despertó y se opuso a una práctica que violentaba a las mujeres en el mundo artístico.