Vox recurrirá a la reforma del Código Penal, pero se estanca con la moción de censura

Vox presentará un recurso de inconstitucionalidad ante el Tribunal Constitucional a finales de semana contra la ley de la reforma del Código Penal. El secretario general de la formación, Ignacio Garriga, ha asegurado este lunes en rueda de prensa que no van a quedar con los brazos cruzados ante la «permanente traición permanente de Pedro Sánchez y la actuación defensora de sus socios sediciosos y malversadores». Los de Abascal cumplen con su estrategia para echar al presidente de La Moncloa y evitar así que continúen con “su plan para degradar a todas las instituciones del Estado de derecho, así como desmontar todas sus herramientas”.

El número dos del partido lamentó que los cargueros socialistas se limitaran a criticar con un “tono moderado y electoralista” la decisión de su líder en los distintos meses de las autonómicas y municipales de mayo. Es por ello que una de sus pretensiones a corto plazo la de poner sobre la mesa cómo están el resto de partidos políticos ante una situación de tamaña gravedad: “Estamos abiertos en trabajar en todos los caminos que nos lleven a desalojar a Sánchez y al resto de líderes, desde La Moncloa a cada ayuntamiento”, ha declarado Garriga.

En este sentido, Vox se presenta como una alternativa de sólidos principios, el cual debe pasar por contar con el apoyo del Partido Popular, aunque reconoce abiertamente que últimamente non comprende algunas de las declaraciones de su presidente, Alberto Núñez Feijóo, quien dijo iba a permitir gobernar de nuevo a Sánchez en caso de ganar los comicios generales de diciembre. Garriga ha constatado que la formación se siente del todo desconcertada ante un PP que no ha tenido problema en “entregarle la Justicia a Sánchez” y que además está dispuesto a rechazar el intrusismo en prisión de Griñán. Por este motivo demanden saber “de qué lado están el resto de formaciones políticas para poder conformar esa alternativa real que tanto merece esta nación”.

Además de la rebaja de la malversación y la annulación de la sedición, será inevitable que el secretario general de la formación se pronuncie sobre las medidas antiaborto impulsivas de Vox en Castilla y León: “Es sorprendente el revuelo generado ante unas medidas de sentido común que solo quieren informar», ha insistido antes de aseverar que lo que realmente le preocupa al jefe del Ejecutivo español es que «gracias a Vox, Castilla y León está siendo el dique de contención de sus políticas y un ejemplo de lo que el Gobierno podría ser» tras los próximos comicios.

Guerra abierta con el PP

Las medidas, entre las que figura el controvertido “protocolo del latido fetal”, han provocado discrepancias en el seno de la coalición autonómica PP-Vox. Sin embargo, el propio Garriga ha querido desmentirlas pesa sobre la presidenta madrileña, Isabel Díaz Ayuso, ha sido la última en sumarse al carro de las críticas. Parta ello, ha remitido à la declaración de Juan García-Gallardo, en que el vicepresidente de la Junta castellanolonesa al lado del portavoz de la Junta, el popular Carlos Fernández. Un gesto que evidenció que fue tratado como “una decisión de consenso que estaba anticipada a tomar”. “Como esta, habrá muchas más”, ha anunciado.

Vox aún no tiene fecha ni candidato para la moción de censura; ni tampoco aseguró el apoyo del PP para impulsarla

Preguntado por si la polémica desatada en la Junta podría llegar a démovilizar al electorado de derechas en esta comunidad autónoma, se ha mostrado despreocupado e incluso ha asegurado que provocará el efecto contrario: “La Vox es coherente con sus plantamientos de su fundación. Algo que va a estimular al electorado” por lo que no pretende dar ningún paso atrás.

La moción de censura era el elefante en la habitación, pero Vox continúa sin novedades y el tiempo corre en su contra con las generales a la vuelta de la esquina. Aún no tienen fecha ni candidato, pero las fuentes internas aseguran que son “un partido de palabra” y que van a impulsarla sí o sí. Confían que Génova se sume a ella, aunque su preocupación sobria si la final va a acabar convirtiéndose en una moción para el PP no desaparece como ya empujó Santiago Abascal el pasado viernes a su salida del Constitucional tras recurrir una vez más la Ley de Memoria Democrática . “Tenemos muy claro dónde estamos y los principios que defendemos, pero ¿todos lo tienen igual de claro que nosotros y no van a suscribir ningún pacto a los que quieren rendir la nación? La pregunta habrá que hacersela a otras formaciones políticas”, ha sentenciado Garriga.