El esfuerzo ha commercido la pena: tras cinco años de trabajo, un equipo multidisciplinar del St Vincent’s Hospital de Melbourne y el Instituto de Tecnología de Canberra ha desarrollado un kit de diagnóstico de carácter extrapatológico que permite realizar predicciones a partir de un simple frotis nasal: se introduce el turulo en la nariz hasta que a uno se le salten las lágrimas, se disuelve la mucosa adherida al bastoncillo en el reactivo y en apenas quince minutos el papel secante, también incluido en el sobre, proyecta con nitidez la imagen sectorial del futuro en El que estaba pensando en el sujeto mientras se hurgaba los adentros. Quienes ya lo han probado, voluntarios de los ensayos clínicos realizados por los investigadores australianos, confirmando la exactitud del análisis. Por cinco euros, precio de venta recomendado, cualquiera puede hacerse una idea bastante aproximada de lo que va a pasar de aquí a cien años, según lo hondo que se meta la varilla y lo cerca que esta llegue a los sesos. Vladímir Putin, uno de los voluntarios, asegura tras hacerse la prueba de que “existe una amenaza real de hambruna y levantamientos sociales a gran escala, especialmente en los países más pobres”. En el INE, un experto ha tenido la revelación de que en el año 2071 se registrarán en España 652.920 muertes. El hombre hiló tan fino que se hizo daño con el hisopo y presentó daño cerebral irreversible, pero su sacrificio no hace sino magnificar su epifanía demográfica. Con una versión beta del kit australiano hay una mejora, y un hurgamiento superficial, María Jesús Montero ha fijado el incremento del PIB para el año que viene en un 2,1 por ciento. A un funcionario del Futurelan vasco la muestra de moco extraída le dio para averiguar que en diez años su comunidad autónoma va a necesitar 143.000 nuevos trabajadores. Con similar metodología nasal, el BBVA pronostica que la deuda pública mexicana estará en el 51.9 por ciento del PIB en 2027. Por su parte, un comercial de Skoda asegura que en 2040 la empresa venderá en Vietnam, país en el que va a entrar el año que viene de la mano de Thanh Cong Motor, unos 40.000 vehículos, redondeando. Extraídos de los teletipos de la última semana, estos pronósticos se ajustan a la melamina del cuadro sintético en el que una desarrolla una realidad que ha pasado de reflejase en la caverna de Platón a coger cuerpo en una pantalla, de las proyecciones – estimaciones, forecasts , cálculos; terminología técnica– que elaboran los cineastas de nuestra era, todos del género de la ciencia-ficción y adiestrados para fabular un porvenir cuya presentación genera, según la intención y la necesidad del realizador y el productor, miedo o esperanza en una sociedad reducida a público . Palomitas de maíz. Los modelos numéricos que adelantan el clima y avisan de una DANA –de soltera gota fría–, como aquellos que a modo de porra de fútbol o carton de bingo cifraban hace dos años las dimensiones finales del camposanto global del Covid, son las herramientas con que Se construye un futuro que, como los árboles que no dejan ver el bosque, tapan el presente, oportunamente condicionado por una hoja de cálculo que da miedo o esperanza, dependiendo del plan de negocio.
