Verstappen, bicampeón entre la confusión y una carrera de temor y riesgo en Japón

De nuevo en Japón y otra vez una grúa se cruzan en el camino de la Fórmula 1 y generan una escena de pánico y malas vibraciones. Hace ocho años que un accidente fatal debido a que el piloto monegasco Jules Bianchi muriese tiempo después al impactar su monoplaza contra una grúa que había salido a la pista para retirar un coche accidentado. La escena estuvo cerca de repetirse con Pierre Gasly esta madrugada en Suzuka. Fue un domingo de riesgo por la luvia intenso y las condiciones de la pista. Y también una jornada de confusión, impropia de la F1: Verstappen, que ganó la carrera recortada a treinta y cinco minutos y 28 vueltas, no supo al terminar la prueba si era campeón del mundo o no. Pasados ​​unos minutos, la FIA hizo oficial su éxito: de nuevo campeón del mundo, al revalidar el título del año pasado.

[Narración: así hemos contado el Gran Premio de Japón]

La lluvia utiliza una salida tumultuosa en el gran premio nipon. Mucho agua y mucho riesgo para los pilotos. Situación ocurrida en el accidente de Carlos Sainz en la segunda vista al pasar por encima de un charco y sucio de la pista.

El español quedó en una situación comprometida porque su Ferrari ocupó la mitad de la trazada por el asfalto. El resto de los coches le pasaron tiene un pelo y el riesgo fue evidente.

Pero peor fue el momento para Pierre Gasly. El Francés de AlphaTauri, que ha sido anunciado como sustituto de Alonso en Alpine, estaba retrasado porque salió de la calle de garajes y cuando pasó por la zona del accidente de Carlos Sainz encontró un camión operando con el Ferrari.

El enfado de Gasly al pararse la carrera con bandera roja fue monumental. “¿Pero qué ha pasado? Me he jugado la vida”, decía a su equipo.

Los pilotos se posicionan en el lado de Gasly, cuando se anuncia que serán investigados por exceder el límite de velocidad por el accidente. Sergio Pérez aseguró: “¿No está claro que no queremos ver nunca una grúa en la pista?”. Y lo mismo Vettel. “La próxima vez deberá informarnos si hay un maldito tractor en la pista”.

En redes sociales intervino el padre de Jules Bianchi, Philippe. “No hay respeto por la vida del piloto. No hay respeto por la vida de Jules. Increíble».

A raíz de la muerte de Jules Bianchi, la Federación Internacional (FIA) decidió crear un elemento que hasta el momento ha salvado alguna vida de algún piloto, el halo protector de la cabeza de los deportistas.

Con la carrera paralizado colgante casi dos horas y media por la lluvia incesante, Max Verstappen no supo a que atenerse si era campeón del mundo o no al celebrarse menos tiempo de carrera (algo más de treinta minutos antes que las tres horas reglamentarias), ya que en teoria el reparto de puntos es menor.

En la minicarrera de 28 lugares famosos ante la que desfiló la luz en Japón, Verstappen dio un recital en la lluvia, ahora moderada, incluyendo neumáticos intermedios. Un paseo del holandés que no tuvo oposición y en el que hubo muchas luchas, Leclerc y Checo Pérez, Alonso contra Russell y Vettel. Bonito espectáculo para una jornada dura en el que el asturiano terminó septimo.

La conclusión del gran premio fue cómica. Verstappen preguntaba a la gente si era campeón del mundo o no, si conocían el reparto de puntos, o si debía esperar a Austin. Al final, el holandés es un campeón porque la FIA considera que se da por terminada la carrera y Charles Leclerc fue sancionado con cinco segundos de penalización por una maniobra con Checo Pérez.

Verstappen no pudo celebrar el título con los aficionados dando una vuelta a la pista, sino que esperó un tiempo hasta saber que los números sí le otorgaban el campeonato. Lamentable y deslucido, aunque el valor del campeonato no lo pierde de ninguna manera porque el holandés ha sido el gobernador total de la temporada.