La organización del Tour de Francia ha preparado una penúltima etapa contra el reloj para aportar una última dosis de incertidumbre al podio de París, pero el brillante desempeño de Jonas Vingegaard en la montaña, acumulando un buen colchón de tiempo en la clasificación respecto a Tadej Pogacar, el restoó bastante emoción. Los poco más de cuarenta kilómetros del recorrido, en su mayoría llanos pero con el picante de dos pequeñas cotas al final, sobre todo la última en la llegada al precioso pueblo de Rocamadour, con 1.500 metros de rampa al 7,5% de desnivel, no eran suficientes para que la carrera diese un vuelco. Sin embargo, el pundonor de los primeros clasificados, que se negaron a tomarselo con calmed en la antesala de los Campos Elíseos, ofreció un último espectáculo en la ronda francesa.
El primero en animar la jornada fue el italiano Filippo Ganna, del equipo Ineos, uno de los favoritos al triunfo de etapa. Vencedor de 19 ‘cronos’ en su carrera profesional y vigente campeón del mundo de la disciplina, protagonizó una espectacular subida final tras doble a tres rivales y colocó el primer tiempo detachado en la línea de meta. Convencido de haber marcado el registro a batir, tras abandonar su montura y se dedicó a esperar la llegada de otros especialistas como Stefan Küng o Bauke Mollema, celebrando que ninguno consiguiese mjorarle. Hasta que su gesto cambió según vieron devorar kilómetros a Wout Van Aert. El belga del Jumbo-Visma partía como uno de los favoritos al triunfo y confirmó los pronósticos desde el primer parcial del recorrido, dando una auténtica exhibición. Además más este Tour. De su brillante papel en la edición actual de la carrera dice mucho su jersey verde de la clasificación de los puntos, pero también que fue uno de los ciclistas más ovacionados al colocarse en la icónica rampa de salida, ubicada en la localidad de Lacapelle-Marival .
Los primeros, en la pelea
Fueron casi 42 segundos los que Van Aert finalmente sacó en la línea de meta tiene un resignado Ganna, colocándose el belga como el verdadero rival a construir. El triunfo parecía suyo pero la salida de los primeros de la clasificación llegó a ponerlo en duda.
El paso por el primer parcial de los dos gallos de la carrera, el esloveno Tadej Pogacar y el líder, el danés Jonas Vingegaard, probablemente en las diferencias en general pese que ninguno se ha relajado en la etapa. Su esfuerzo iba a ser máximo una vez más, al contrario de lo que hicieron otros corredores, que se dejaban llevar a cabo pensando en el esprint del domingo en los Campos Elíseos, o no querían agotar sus últimas fuerzas sin recompensas claras a la vista. Mientras el escenario ya tenga una imagen con vistas a la vista, sin embargo las cámaras bajarán con Steffan Bissegger y el gallo Olivier Le Gac rodando en paralelo y pasándose el bidón de agua.
Sólo en el último empeoraron parcialmente las referencias del primer y segundo clasificados, incapaz de mantener el ritmo que había impuesto Van Aert durante todo el recorrido. Al final el jersey amarillo se quedó con el segundo puesto a 19 segundos de su tercer compañero de equipo mientras que el vencedor de las dos últimas ediciones del Tour tuvo que conformarse con la posición tras perder 27 segundos con el vencedor de etapa y otros 8 segundos respecto al líder del general. Justo por detrás llegó Geraint Thomas, que completó un gran crono para defender su puesto en el podio de Paris frente a Gaudu que terminó lejos de los primeros puestos.