Nacho Gay, 39 años, director de ‘Vanitatis’, debutó en el mundo literario con ‘Urdangarin, relato de un naufragio’ (La Esfera de los Libros). Aunque le habían ofrecido escribir otros, a este no se ha podido negar por el personaje. «Yo era crítico de cine y Urdangarin es el clásico personaje del cine clásico, que lo ha tenido todo en la vida y que ha conseguido lo que podíamos denominar el sueño español, que es casarse con una infante, vivir en un palacio -en este caso a palacete el de Pedralbes- allí convertido en héroe deportivo al ganar dos medallas en los Juegos Olímpicos. Prácticamente no se puede conseguir nada más en la vida siendo español.
Como personaje cinematográfico y literario es interesantísimo porque sube a lo más alto y baja a lo más bajo«, explica el autor. Han sido meses de ardua investigación y, aunque nunca revelará sus fuentes, reconoce que la parte que más trabajo le ha costado ha sido la de la cárcel: “Estamos hablando de personas que trabajan para el Estado y era muy fácil acceder a este tipo de fugas Para abrir la primera puerta antes he tenido que llamar a otras veinticinco, pero cuando consigues derribar una, esa te va abriendo otras”. Hacer un libro que tuviera una base periodística y de investigación, pero que estuviera entretenido y que agradara al lector: “Que no fuera una Wikipedia interminable de 300 páginas”.
Portada del libro ‘Urdangarin, relato de un naufragio’ (La Esfera de los libros)
Muchos preguntarán si Urdangarin fue feliz en alguna etapa de su vida. “Todas las personas del entorno de la pareja le describen como un ser que irradiaba felicidad y un guasón permanente siempre en el cara a cara. Muy original, no especialmente inteligente, pero sí muy rápido. Pero luego se vio muy autopresionado por estar casado con la Infanta Cristina y que sus hijos formaron parte de la línea sucesoria al trono y les quería dar un nivel de vida que terminó siendo una trampa para él. Y a partir de ahí empezó su decrepitud pública y también personal«, opinó Nacho.
Loft Celda
Y en sus dos años y medio de condena en la cárcel de Brieva ¿tuvo tantos privilegios como se ha dicho o fue un calvario como para todos los presos?: “Esa condena tenía ciertas ventajas derivadas de varias cuestiones, muchas de ellas objetivas. El hecho de que era un hombre en una cárcel de mujeres y podía utilizar todas las estancias de una manera individual porque era el único hombre. Parecía más un ‘loft’ que una celda. Pero todo esto tiene una contraprestación desde el punto de vista psicológico, y es que vivir solo colgante dos años y medio te vuelve loco y él estuvo a punto de los cabeza en prisión. Testigos oculares dicen que tenía una cafetería, una cámara más grande de lo normal, una bicicleta estática tiene un televisor. Esas prebendas son menos justificables, ni por seguridad ni porque fuera un hombre en una cárcel de mujeres«, denuncia.
Y allí se prepara lo que el autor califica como el Apocalipsis de Urdangarin. “En la cárcel empieza aferrarse a la fe, a leer libros de religión, a hablar con un capellán, todo para intentar reconstruir su vida desde un punto de vista psicológico y mental. Pero esa vida que él imagina fuera de la cárcel cuando sale se da cuenta de que es imposible, porque nunca más podrá ser un ciudadano anónimo que vive tranquilamente«, apunta.
En el libro se apuesta por la relación con Ainhoa Armentia, la joven de Vitoria con la que asegura Nacho commenzó en verano de 2021, seis meses antes de que la revista ‘Lecturas’ publicará una de las imágenes de ellos juntos en portada . “Fue su válvula de escape, se conoció en el despacho donde trabajaron y fueron íntimas en las salidas que hacían a los desnudos al terminar la jornada. Él se escapó solo al País Vasco inglés, a la casa de Bidart que tiene su familia desde hace muchos años. Los escoltas salvo que vaya a visitar a la Infanta oa sus hijos no le acompañen nunca al extranjero. Así que los dejaban en la frontera desde ahí se sintieron libres y más anónimos. Ainhoa comenzó a viajar con él mucho antes de lo que se ha dicho«.
Veto en Ainhoa
La relación entre los ex es buena, aunque las presiones externas les han llevado a vivir situaciones tensas entre ellos. Una de las condiciones que la Infanta Cristina le ha impuesto, es que de momento Ainhoa no se relacione mucho con los cuatro hijos que tienen en común, asegura Nacho. No ha conseguido averiguar lo que todos nos preguntamos de qué vive Urdangarin en estos momentos: “Su entorno asegura que le mantiene su familia. Es imposible demostrar, pero cuando preguntas a su círculo cercano si es cierto que hoy en día no tiene un duro, lo que recibo es una carcajada. Yo creo que, además de sus cuatro hijos, tiene más cosas en común” (ríe).
Nacho Gay, director de ‘Vanitatis’ y autor del libro
Sorprende que con todo lo que se ha dicho de Urdangarin leyendo el libro te das cuenta de que hay mucho por contar: tenedores agresivos. A los periodistas nos consumen mucho el día a día, la actualidad, no dedicamos tiempo a investigaciones más exhaustivas que podrían funcionar muy bien como es este caso“. Dice que se ha reconciliado con su profesión y eso que, como viene en la solapa, fue el primero de su promoción: “Puede sonar pretencioso como dices, pero ha sido decisión de la editorial ponerlo. Si te digo la verdad empecé a estudiar Periodismo y el primer curso descubrí la vida porque yo vine de Arévalo, un pueblo de Ávila, y el primer año suspendí seis asignatures para septiembre. Y el segundo año pensó que lo mejor que podía hacer era dedicarme a la docencia. Pero para eso, yo que vengo de una familia humilde necesitaran Guaranteezarme una beca y sacar un doctorado y me pasé de frenada“.
Empezó el doctorado en Historia de la Comunicación Social con la tesis ‘La Guerra de los Balcanes en el cine’, pero ‘El Confidencial’ le hizo una ofrecida para trabajar en la sección de cultura y escribir de cine, y no pudo renunciar, con tan buen olfato que ha acabado en el comité de dirección del grupo. Sueña con retomar la docencia en diez o quince años: “Me veo como un señor inaguantable que vive en una casa que tiene una ventana que da al mar, y que dos o tres días va a dar clases la universidad más cercana y que el resto que tiene fluidez mental está escribiendo en su casa«, confiesa este Piscis poliédrico.