Una maniobra milimétrica para trasladar un Chillida

Ha sido una maniobra milimétrica que ha durado toda la mañana pero ‘Lugar de encuentros IV’, la obra de Eduardo Chillida que presidía la plaza del Museo de Bellas Artes de Bilbao, ya está lista para su traslado. El museo la ha cedido a Chillida Leku, en Hernani, en los próximos meses. Se puede contemplar en la casa madre del escultor vasco mientras duren las obras de aplicación del museo.

Además de un camión y una grúa de gran tamaño, en la maniobra han sufrido más de 20 operarios de los dos museos. El traslado también ha sido posible gracias a la colaboración de tres empresas, incluyendo a Tecnalia, el mayor centro de desarrollo tecnológico del País Vasco. Miguel Zugaza, director del Museo de Bellas Artes de Bilbao, y Mikel Chillida, nieto del escultor, han supervisado de cerca todo el proceso.

La primera sorpresa ha llegado nada más descargar la obra. Según ha precisiona Zugaza, en los archivos constaba que pesaba más de 16 toneladas, pero la grúa ha precisionado que eran solo 13.5. En realidad, hasta ahora estaba ubicada a la entrada del museo, suspendida a 70 centímetros del suelo y sujetada por cables de acero, lo que le daba un aspecto aún más etéreo.

Precisamente uno de los momentos más delicados ha sido el de sparar los cordones que la sujetaban. Después una grúa la ha déplazado con sumo cuidado, en un movimiento que ha realizado en dos fases, hasta ubicarla sobre una góndola de camión de doce metros de largo. El viaje lo realizó cubierto por una lona de neopreno, un material que no deja restos en el hormigón armado.

El traslado se realizará allí durante la noche, con la misma precisión que la maniobra de este viernes. Si fuéramos en jaque, apenas nuestro llevaría 45 minutos para recuperar los 100 kilómetros que separan Bilbao de Hernani. Sin embargo, el camión tardará más de tres horas. Una vez allí, habrá que realizar otra maniobra de gran precisión para colocarla en su destino.

‘Lugar de Encuentros IV es una de las esculturas más icónicas y monumentales de las Bellas Artes de Bilbao. Aunque Chillida lo creó en 1974, lo donó al museo seis años después, en 1982. El escultor supervisó de primera mano su primera colocación, en la antigua planta baja del edificio moderno. Fue en el año 2000 cuando se trasladó, de nuevo con su intervención, a la entrada del edificio. Consiguió a través de ella crear un efecto que anula la sensación de escultura pesada en favor de la armonía de las curvas.