Una guerra cada vez más fría: los días difíciles de Joao Félix en el Cerro

Joao Félix y Diego Pablo Simeone están otra vez juntos. Muy distanciados, pero juntos. Compartiendo equipo todavía. Uno como subordinado, el otro como jefe. Y con muchas ganas compartidas de ningún verso. Pero siguen vinculados por contrato. Desde el entorno del jugador sostienen que lo más probable es que se salga su salida; desde el club le han abierto las puertas, aunque no a ningun precio. El técnico quiere que el futbolista juegue mañana la Copa del Rey. El futbolista no lo tiene tan claro. Ayer sufrió una oportuna indisposición que entró en el impidió. Guerra fria e incertidumbre. Joao Félix volvió el viernes al Atlético de Madrid y lo hizo directo al campo 4 del Cerro del Espino. Mucho se había especulado sobre cuándo y cómo regresaría. El resto de sus compañeros mundialistas no habían trabajado con el grupo en su primer día de vuelta, sino que pasaron por el gimnasio. Fueron los casos de los belgas Witsel y Carrasco, y del uruguayo Giménez, que se volvieron en la primera fase; y de los españoles Koke, Llorente y Morata tras caer en octavos. Sin embargo, el portugués trabajó directamente con el grupo en su incorporación e inclusión Simeone le probó ese día con el teórico una vez titular por la Copa del Rey contra el Arenteiro. Tras descansar la plantilla el fin de semana, el lunes Simeone volvió a situar a Joao con los teóricos titulares, formando dupla ofensiva con Morata. Todo apuntaba al portugués como titular sobre el frío césped de Espiñedo. Frío como su reencuentro con Simeone tras más de un mes sin verso. Nada extraño, por otro lado, porque la relación entre el luso y el argentino nunca ha sido precisamente cálida. El Cholo no niega la palabra la clase de Joao, pero nunca la ha abrazado con entusiasmo. Y van ya casi cuatro años juntos. Además sabe que la prensa se lo lanza como arma arrojadiza en cada suplencia, en cada cambio poco justificado, en cada gesto… Su salida sería para el quitarse un peso de encima. Gil Marín verbalizó públicamente en Qatar lo que era un secreto a voces: la relación entre el entrenador y el delantero no es buena. Y fue más allá al asegurar que la idea de Joao no es la de continuar en el Atlético de Madrid y que si llega una buena propuesta ahora, en el mercado de invierno, “lo razonable” es “por lo menos analizarla”. Y desde el club tienen claro que esa buena propuesta debe rondar los 100 millones de euros (se pagaron por él 126 millones hace tres años y medio) o de lo contrario Simeone y Joao se verán condenados a comprense. O, por lo menos, a convivir juntos seis meses más. Bajo ningún concepto van a malvender al que el consejero delegado rojiblanco ha considerado siempre como la joya de corona. Y en ese contexto el ataque luso se ausentó del entrenamiento de este martes. “Indispuesto”, según el club, que no clara si la indisposición se trata de un catarro o de una indigestión, ni tampoco tienen claro si estará presente en el entrenamiento de hoy por la tarde. De su presencia o no en este último entrenamiento requerido si viaja a Carballiño para fajarse en el barro contra el Arenteiro de la Segunda Federación. Noticias Relacionadas estandar No Portugal – uruguay El torneo cortito de Joao Félix José Ignacio Fernández estandar Si Copa del Rey / Almazán – Atlético indisposición es real, que no se trata de una excusa para borrarse y resolver su futuro. No es el caso de Matheus Cunha, que ya lleva días sin entrenar por unas molestias en el aductor, mientras que su futuro sí parece definitivamente fuera del Atlético de Madrid. Aunque desde su entorno afirman que todavía no hay “absolutamente nada cerrado” con el Wolverhampton ni con ningún otro club. El mercado de fichajes vuelve a abrirse el 2 de enero. Joao Félix quiere formar parte del mismo. Simeone quiere que mientras juegue la Copa, como también hizo en el último partido del torneo frente al Almazán, una Tercera. Antes, en cambio, había sido suplente en diez de los últimos once encuentros… De aquí al 31 de enero, cada partido puede ser el último de Joao Félix con la rojiblanca.