Un país rodeado de barreras arquitectónicas

En España, más de 9 millones de edificios están destinados a vivir y un 63% de ellos no son accesibles desde la calle al portal por la presencia de esscaleras en este punto, según uno de los últimos informes de Fundación Mutua de Propietarios sobre Accesibilidad en el Vivienda. Asimismo, un 59% de los inmuebles de viviendas tiene escalones antes de llegar al portal, y sólo un 28% cuentan con rampa y un 4% con plataforma elevadora. Más de 1.8 millones de personas con movilidad reducida (74%) precisan de ayuda para salir de sus casas y alrededor de 100.000 personas (un 4%) que no disponen de esta ayuda no lo hace nunca. “Empezamos a medir la accesibilidad de los edificios en 2018 y solo el 0,6% era universalmente accesible. Desde entonces vemos que a nivel social hay un poco más de empatía y concienciación”, explica Laura López, directora de la Fundación Mutua de Propietarios.

Entre las medidas adoptadas para mejorar la accesibilidad de los edificios se encuentran “la instalación de un ascensor en el hueco de la escalera mecánica o adosado a un muro exterior, modernizarlo para amentar el espacio interior hasta un 50% o poner puertas automáticas de cabina accesibles para facilitar la entrada y seguridad de los pasajeros que utilicen si trabajan o utilizan un cochecito”, explicó Fernando Muñoz, director de Mantenimiento de KONE Ibérica. También accesorios como barandillas y espejos qu’proporcionan apoyo y ayudan a mjorar la visibilidad, la inclusión de señalización en braille y anuncios de audio que «ayudan a las personas con discapacidades auditivas y visuales» o automatizar la puerta de entrada al edificio y conectarla con la llamada del ascensor, “para facilitar el acceso a personas mayores o con movilidad reducida”, añade.

Para que estas medidas lleguen a cabo es necesario que los propietarios de los inmuebles sean conscientes del problema. Para ello, desde la Fundación Mutua de Propietarios se ha creado Zero Barreras, la primera aplicación para dispositivos móviles que permiten medir de forma sencilla el grado de accesibilidad de cada uno de los elementos comunes de un edificio, identificando de una forma sencilla adecuada son las Barreras arquitectónicas a las que debe enfrentar una persona con movilidad reducida al acceder a su finca. Se han utilizado las últimas tecnologías como la inteligencia artificial o el ‘aprendizaje automático’ para que de forma intuitiva el usuario tome datos reales sobre la accesibilidad de su propio edificio y pueda conocer el resultado al instante. “Es una aplicación gratuita, útil para las comunidades de vecinos”, resalta López.

Conocidos los problemas, es posible acceder a ayudas para subvencionar parte de estas adaptaciones. El Plan Estatal de Vivienda 2022-2025 incluye el Programa de la accesibilidad en y a la vivienda, con 1.443 millones de euros para subvenciones que se gestionan a través de la autonomía. No obstante, la actuación que se lleva a cabo para mejorar la eficiencia energética del edificio al menos un 30% y solo después de demostrar este dato se recibe el dinero.

Nuevas iniciativas

La innovación cumples un papel fundamental en la mejora de la accesibilidad de los edificios. “La conectividad integrada es una auténtica revolución en cuanto al funcionamiento de los ascensores en los edificios inteligentes del futuro. Gracias a esto, el ascensor ya no es una simple caja que nos y baja de un piso a otro, sino una plataforma dinámica en la que puede interactuar y que además puede comunicarse con otros dispositivos del edificio adaptándose a las necesidades de cada individuo “,recuerda el gerente de KONE. El hecho de que un ascensor esté equipado con conectividad integrada significa que se puede vincular a un dispositivo, por ejemplo, para que vaya a la planta en la que tenemos que cogerlo y que nos lleve a la planta destino sin tener que pulsar botones y todo ello mediante una aplicación móvil, facilitando de esta manera el acceso, en particular, a personas con movilidad reducida o discapacidad visual”, matiza.

También resultado de la innovación es la rampa 3D, una solución creada por Sensedi de la mano de la Fundación Mutua de Propietarios. «El objetivo es que resulte muy fácil obtener una rampa, que no necesite obras y que sea sencillo», explicó Pedro Maqueda, consejero delegado de Sensedi. Del envío de fotos del espacio donde quiere instalar la rampa se fabrican las piezas en impresoras 3D y se procede al montaje en el propio edificio. “Lanzamos el proyecto piloto en 2020 y está funcionando muy bien, ahora tenemos otras porterías candidatas y estudiamos varias posibles rampas. El reto que utilizar era la impresión a gran escala para uso urbanístico, utilizando materiales resistentes”, puntualiza Maqueda.