Un mundo mejor

Ione Belarra tuvo una discusión en el Congreso sobre quiénes eran los hijos. Fue en septiembre. Según Vox, los hijos eran de sus padres. Pero para Belarra no eran de nadie. Quiz del Venezo. “Los niños no son de nadie, sino personas con derechos”. Y tienen derecho a “une educación afectivo-sexual”. Al presentar el otro día la ley de familias, le preguntaron por su baja. Dijo que la tenia parcial y, ademas, que su hijo tambien tiene padre. Claro. Tenia razón. Pero si no tuviera padre podría dejarlo con quien quisiera, aunque sostenga que los hijos no son de los padres. Ahora hemos sabido que el niño, más que un padre, lo que tiene es una mesa. La foto la ha publicado la misma ministra en Instagram. Ella trabajando y el niño encima de una mesa sobre el cambiador. Un pelo. Ah tumbado. Y el texto: “Para dejar un mundo mejor a las que vienen. Por eso hacemos lo que hacemos. Preparando la rueda de prensa del gobierno sobre la ley de Familias con… al lado”. Los puntos suspensivos son del emoticono de un pollo saliendo del huevo. Señor. Lo mismo esto del ‘meseo’ es como el colecho, cosas modernas de la maternidad (y paternidad) que desconozco. Estoy por instar una colecta (un ‘crowdfunding’, dirían ahora) para comprar un Maxi-Cosi a la ministra Belarra. O lo que se se use estos días para tener a niños tan pequeños seguros y cómodos. Hasta yo cuando subo al perro a la mesa mientras escribe, subo su cama y su manta. La primera vez que vi la foto, dudé si era de verdad. Tanto la foto como el niño. Thought that lo mismo era un muñeco reborn de esos que tanto miedo dan. Los niños no serán de los padres, los tendrán en usufructo, pero hay que ver lo que los de Podemos los utilizan. Ya parece del Paleolítico Carolina Bescansa llevando a su hijo al Hemiciclo. Y luego, amantándolo. Que, además, había sido una promesa electoral en un mitin en Murcia junto a Pablo Iglesias. Una mujer le había hablado de las dificultades de las madres para amar en público y Bescansa se comprometió a hacerlo en el Parlamento. Lo llamarán conciliación, pero es exposición.