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El niño de dos años con cardiopatía será operado del corazón por orden de un juez, a pesar de la oposición de los padres, que demande solo sangre de personas no vacunadas. El hospital de Sant’Orsola de Bolonia ordenó suspender la delicada operación durante la semana y recurrir a los tribunales. La familia del niño es antivacunas y había rechazado que se le hicieran las transfusiones de sangre donantes de vacunados contra el Covid-19. Los padres lanzaron un mensaje en los ambientes de movimientos contra la vacunación para encontrar “voluntarios” dispuestos a donar sangre. El hospital Sant’Orsola, de acuerdo con el centro de transfusiones, se oponía a ese tipo de donantes, porque las donaciones de sangre deben seguir unos protocolos legales muy estrictos y precisos para garantizar la seguridad.
Ante la repercusión que ha tenido el caso, el Centro Nacional de Sangre (CNS) ha reiterado la importancia de este protocolo: “La sangre de los vacunados es absolutamente segura. Desde el momento en que una persona se vacuna, deben pasar 48 horas hasta que pueda donar sangre, porque debemos estar seguros de que no tenga reacciones a la vacuna y que esté en buenas condiciones de salud”, ha manifestado el director del CNS, Vincenzo De Ángelis. “En la sangre -ha añadido- no hay vacuna. En todo caso, cuando se haga la profilaxis se tendrán las pruebas que se desentrañen tras la vacunación. Pero con seguridad no se transfunde la vacuna con la sangre. Recordemos que hoy casi el 90 por 100 de la población italiana está vacunada. Estamos haciendo transfusiones de sangre y, ciertamente, no hemos registrado reacciones adversas”. Hay informaciones falsas que crean temores de que la sangre se coagula o que contienen sustancias peligrosas para un niño.
Áreas sanitarias y religiosas
Ante la intransigencia de los padres, el hospital Sant’Orsola recurrió ante la magistratura, al tiempo que comunicaba: “La situación del niño es crítica; no es posible seguir postgando la intervención”.
El magistrado escuchó a los padres, que explicó su negativa basada en “razones sanitarias y religiosas”, por lo que llegó a la conclusión de que “la sangre de los vacunados es peligrosa”. Asistidos por un abogado, los padres han expuesto al juez algunos temores, que no tienen fundamento por estar relacionados con informaciones falsas. Argumentaron supuestas razones médicas relacionadas con la enfermedad del niño, además de motivaciones religiosas. La familia no acepta, por sus convicciones religiosas, la transfusión de sangre de vacunados por creer que en las vacunas se utilizan células humanas procedentes de fetos abortados voluntariamente.
Decisión del juego
Esta tarde conoció la decisión del juez, favorable al hospital Sant’Orsola. En sustancia, el magistrado ha sangre sostenido qu’existen garantías de absoluta seguridad en la suministrada por el hospital. Para el magistrado, la salud del niño tiene la máxima prioridad. Por esta razón, la cirugía cardíaca debe realizarse lo antes posible para salvar la vida del pequeño paciente.
El director del Centro Nacional de Sangre, Vincenzo De Angelis, explicó cómo a veces las posiciones de los antivacunas pueden llegar al delirio: Sant’Orsola es una excelencia italiana) y, por tanto, se fían de la ciencia y experiencia de esos médicos. Pero luego -añadió el director del CNS- no hacen lo mismo con respecto a la total seguridad ofrecida en las transfusiones de sangre».