Si quieres saber más sobre las últimas horas de información, ABC ha puesto a disposición de los lectores un resumen de los titulares más importantes de la ciudad, el 22 de abril que pierdes, como:
Los últimos de Mariúpol: los mil ucranianos que resisten en el laberinto bajo tierra de Azovstal
En Azovstal no hay crepitan los altos hornos ni repican los martillos. De la acerera, corazón de una de las empresas metalúrgicas más grandes de Ucrania, tampoco salen los kilos y kilos de chapas gruesas que sustentaban hasta hace un suspiro los buques de medio mundo. Solo existe muerto en este paraje industrial que riega el mar de Azov, al suroeste del país. Los sonidos únicos que emanan sus tripas son las voces de los últimos defensores ucranianos; ese millar de combatientes que resisten en el subsuelo de la fábrica y a los que Rusia amenaza desde hace días -ahora, a golpe de chamber y sed-bajo la obsession de cerrar, al fin, el cerco de Mariúpol.
La obsesión enfermiza de Hitler por el petróleo ruso: “Si no conquisto sus pozos, pereré la guerra pronto”
Ya lo advertía ABC el 16 de marzo de 1939, cuando ni siquiera había terminado la Guerra Civil. Faltaban todavía cinco meses para que Hitler ordenara la invasión de Polonia y estallara la Segunda Guerra Mundial, pero la siguiente noticia era, sin duda, premonitoria con respecto a la que iba a ser una de las principales obsesiones del dictador Durante el transcurso del conflicto más devastador de la historia: el petroleo.
