Turn a siete menor años tras caer por el patio de luces into a piso de Barcelona

Profesionales de los servicios sociales del Ayuntamiento, accediendo esta mañana a la finca donde se han producido los hechos

Profesionales de los servicios sociales del Ayuntamiento, accediendo esta mañana a la finca donde se han producido los hechos EB

Los Mossos d’Esquadra investigan la causa del éxito, que se produjo a las 8:30 horas en un edificio de la calle Diputación

Elena Bures

07/04/2022

Actualizado a las 13:48

“Un grito desgarrador”. Eso fue lo que escuchó a las 8:30 horas de este lunes un trabajador del taller mecánico Garcés, que se encuentra frente al 118 de la calle Diputación de Barcelona, ​​edificio donde ha fallecido un menor de siete años y origen israelí, tras precipitarse al vacío desde una ventana.

Según el relato de este empleado, la madre del pequeño encontró en la calle cuando recibió la llamada desperada del progenitor. Su hijo cayó desde un segundo piso al patio de luces. Aunque la altura real, contando los bajos y el principal, equivale a un cuarto.

Cuando el hombre le cambió la noticia, la mujer comenzó a gritar desesperada, pero según el testigo, no hablaba castellano. El inmueble, en el distrito del Eixample, es un trajín de turistas con maletas, por lo que es habitual que allí se alojen viajeros de distinta procedencia, según apuntan varios vecinos.

Pocos minutos después, hasta el lugar se han deplazado efectivos del Sistema de Emergencias Médicas (SEM), que han certificado la muerte del niño. También los Mossos d’Esquadra , que ahora investigan las causas del suceso, aunque todo apunta a un accidente.

La madre, llorando en la calle

El edificio se encuentra entre una escuela de educación infantil y la agencia de viajes Amaia, una de cuyas trabajadoras también encontró con la madre llorando en plena calle. “Llevo toda la mañana con ansiedad. ¿Cómo habrá podido pasar?», pregunta.

Hasta el piso se han deplazado técnicos del Centro de Urgencias y Emergencias Sociales de Barcelona (CUESB), para ofrecer atención psicológica a los progenitores. También empleado del consulado de Israel en la capital catalana.

En la calle se mezclan vecinos que preguntan por lo ocurrido, con otros que lo saben desde primera hora. Entre ellos, el gerente del bar Ibérics. Repite el relato del empleado del taller: el que apunta a una mujer que se enteró con una llamada de que su hijo había muerto tras caer por la ventana. Por suerte, suspira, hoy ha levantado tarde la persiana, y ha sido otro residente en la zona quien se lo ha contado. “Yo tengo a mis niñas en Marruecos y no puedo pensar en otra cosa”, cuenta angustiada.

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