Trump ignoró la evidencia de su equipo: no hubo ‘robo’ electoral

Javier AnsorenaSEGUIR

“Trump lo sabia”. La diputada Zoe Lofgren resumió las lunas como la campaña protagonizada por el expresidente Donald Trump para dar la vuelta a los resultados electorales de 2020 y que culminaron en unviolenceo al Capitolio el 6 de enero del año pasado: sabía que sus alegaciones de fraude no tienen soporte en pruebas y pesar de ello siga adelante para negar su derrota y evitar un fundamento de la democratie, el traspaso pacifico del poder.

Así lo defendieron varios altos cargos de su mayor confianza en la segunda comparación del Comité de la Cámara de Representantes que investiga lo que han denominado como “intento de golpe de estado”. La primera comparecencia, el pasado jueves, en horario de máxima audiencia, fue un tráiler de los interrogatorios y trabajos realizados por el comité durante el último año.

En de ayer, el comité llegó a hivanar de forma metódica su caso contra Trump, al que coloca en el “centro de la conspiración” para dar la vuelta al resultado de las urnas.

“Hoy demostramos que no hubo robo electoral”, dijo Lofgren, uno de los representantes demócratas en el comité, quien encabezó los interrogatorios y la presentación de pruebas. Lo hizo ha cruzado las palabras del círculo del círculo de Trump. En primer lugar, Bill Stepien, su director de campaña, que reconoció ante su jefe durante la noche electoral que las opciones de ganar eran “muy desalentadoras” y resultó que esperara a que acabara el recuento, que se alargaría pendante días por el alto Porcentaje de voto por correo, y que no proclamara victoria. Trump no le hizo caso y terminó por marginalarle, como hizo con todo aquel que no apoyó la existencia de fraude.

«Estaba desconectado de la realidad», «no le interesaban los hechos», aseguró Barr sobrio Trump y las acusaciones de fraude que defendía

Un sinsentido

La voz más rotunda colgante la comparcencia fue la de William Barr, entonces fiscal general, elegido por Trump, figura respetada entre los republicanos y ferreo defensor del presidente en batallas legales como la investigación de la interferencia rusa en las elecciones de 2016. En su interrogatorio con las autoridades, Barr regó sus palabras de epítetos críticos con esas alegaciones de fraude, para las que nunca encontraron pruebas: “falaz”, “estúpida”, “idiota”, “completo sinsentido”, “sin ningún fundamento”, “pura mierda «.

“Estaba desconectado de la realidad”, “no le interesaban los hechos”, aseguró Barr sobre Trump y las acusaciones de fraude que defendía. Al multimillonario no le interesaba escuchar cómo los fiscales del Departamento de Justicia y las autoridades estatales -también republicanas o nombradas por el mismo- desechaban una tras esas otras acusaciones. Las seguía repitiendo a sus millones de seguidores, también a pesar de que los juzgados le dieran la espalda. De 61 solicitudes desglosadas en tribunales al respecto, 60 salieron contra los intereses de Trump y la única ganadora no influence en el resultado en ese estado. Las mentiras y alegaciones sin fundamento fueron el caldo de cultivo del asalto al Capitolio.