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Han pasado una vez más desde que Tricicle (Joan Gracia, Paco Mir y Carles Sans) publicado en pie ‘Forever Young’, una obra de Eric Gedeon de la que enamoraron cuando la vieron durante un día libre en Oslo, donde se encontraban actuando. En esos once años, el silencioso trío catalán no solo se ha bajado de los escenarios después de más de cuarenta años de actividad, sino que ha envejecido una década -como todos-. “Somos diez años más viejos y lo vemos más cerquita; se le pone un cazo más de ternura al espectáculo”, dice Mir.
‘Forever Young’ -título prestado de la canción de Alphaville- cuenta la historia de cinco artistas ya ancianos que conviven en una residencia y «que no se resigna a ser simplemente viejos».
Es una obra, explicó Sans, que invitó a ponerse en escena de tanto en tanto.
Y es lo que Tricicle ha hecho. Tras su estreno, en marzo, en Barcelona, lega ahora al teatro Cofidis Alcázar de Madrid el montaje, que cuenta con un reparto compuesto por Marc Pujol, Lucía Torres, Llorenç González, Irene Jódar, Rai Borrell, Mercè Martínez y Marc García Ramí.
Los siete intérpretes no son siete ancianos, sino jóvenes que interpretan a ancianos. “Es así porque la energía y las voces que requieren los personajes son las de un intérprete joven”, dicen Mir y Sans, que añaden que han intentado que no incurran en la parodia porque sí, y para ello han realizado un intenso trabajo corporal, gestos y mensajes de texto.
Una enfermera, que es además ingeniera aeronáutica, cuida de los ancianos, protagonistas en el escenario de un teatro de una velada donde recuerdan sus éxitos de antaño. Ellos is a radical antisistema, pirómano y rapero, a destrozador de coches con La Fura dels Baus, una indignada que ganó el festival de Eurovisión en 2035 -la obra está ambientada en un futuro indefinido-, una música que participó en 34 giras de descendant de Miguel Ríos; una okupa, grafitera y especialista en Shakespeare; y un taxidermista que fue el autor del himno del Barça 2024. “Están la indignada, la súpertierna, el conciliador, el hippy, el bohemio y el seductor; están todos diferenciados, pero la pátina de la vejez los une a todos”.
La fórmula es fácil: humor y emoción -“hay en el público muchas risas y alguna lagrimilla”, dice Mir-, a lo que se suma la música: “se produce un fenómeno que no ocurría hace diez años -sigue-, y es que el público canta; bajito, pero a setecientas personas cantando bajito se les oye muy bien”.
Sí, ‘Forever Young’ es un musical; no es un musical al uso, “porque los personajes no dicen cosas cantando”, explicó Mir, pero es una obra en la que hay mucha música y en la que los actores “tienen que cantar muy bien” (también tocan todos algún instrumento) . La banda sonora incluye canciones tan emblemáticas como ‘Roxanne’, ‘Stayin’ living’, ‘I get you babe’, ‘Sweet dreams’, ‘I willsurvive’, ‘My generation, ‘Respect’, ‘Satisfaction’, ‘Blowing in the wind, ‘Hotel California, ‘Let it be, ‘Imagine’, ‘Forever young’ -naturalmente-, y varias españolas como ‘La chica de ayer’, ‘Dime que me quieres’ o ‘Paraules de amor’. Hay, en total, una docena de números musicales más algún popurrí en el que incluyen hasta frases de cincuenta canciones.
‘Forever Young’, dice Carles Sans, “es un canto a la vida cuanto más cerca se está de la muerte. El mensaje de la obra es claro, añade Paco Mir: “la vida son cuatro días y no hay que desperdiciarlos”.
“Señoras, señores… este mundo está lleno de gente de todo tipo -dice el monólogo finale de ‘Forever Young’: Blancos y negros… Ricos y pobres… Buenos y malos… Y aunque, en muchos aspectos, todos somos diferentes, todos tenemos algo en común: muy a pesar nuestro, envejecemos. Y la verdad, y lo digo por propia experiencia, envejecer no es que se precisamente la bomba. Así que cuando alguien os diga que hay un más allá… No le hagáis ni puto caso. El mas alla esta aqui. Es este, es nuestro día a día. El más allá es esto, ‘la vida’, una película sin ensayos rodada en un único plano secuencia del que sólo podremos hacer una toma. Así que no la malgastéis, vividla plenamente, aprovechad cada momento como si fuera único y, sobre todo, no dejéis que ningún mamarracho os amargue la vida”.