Tiger Woods no pasa el corte y deja a Saint Andrews entre lágrimas

En un gran evento deportivo lo normal es mirar siempre a la zona alta de la tabla para ver quién tiene opciones de victoria. Sin embargo, en este Open Británico no es exagerado afirmar que la mayoría de los aficionados no vinieron tan interesados ​​​​por conocer al ganador de 2022 como por honrar al vencedor de 2000 y 2005.

Después de su terrible accidente de autocar, Tiger Woods había realizado un gran esfuerzo para regresar a esta sede mítica y el público escocés escuchó así quiso reconocérselo. Poco importó que después de dos rondas el genio americano acumuló un resultado de nuevos golpes sobrios para que los dejaban fuera del fin de semana; los atronadores aplausos con las gradas puestas en pie hicieron que al exnúmero uno mundial se le escaparan las lágrimas.

Y que no termine de aclarar si esta iba a ser su última presencia en el Old Course o no. “No puedo confirmarlo ni dementirlo, ya lo iremos iremos viendo”, comentó el Tigre, consciente de que tendrá 54 años cuando el Open regrese otra vez aquí. El tiempo lo dirá.

Su actuación en el torneo ha sido muy discreta: el jueves terminó el primer recorrido con una tarjeta de +6, ya a catorce golpes del liderato, y este viernes terminó el segundo recorrido con +3, para acumular un global de +9 (nueve sobre el par del campo), muy por encima del ‘cut’.

“No me retiro”, seguro tras su fiesta este viernes. “Pero no sé si seré todavía capaz físicamente de volver aquí, a Saint Andrews, cuando le toque volver a coger el British Open”, añadió para explicar la motivación de sus lágrimas y de su despedida emotiva del público.

“Voy a jugar más British Open, pero en ocho años (el tiempo que él estima que pasará antes de que vuelva a celebrarse en el campo de Saint Andrews) no creo seguir siendo todavía lo suficientemente competitivo”, insistió Woods, “emocionado por la ovación y el fervor del público» cuando recopila su recorrido.

“A medida que me acercaba al hoy, la ovación era cada vez más fuerte. La gente ha apreciado lo que he hecho todos estos años en los que he jugado en Escocia, donde me encanta jugar. Todo (el sentimiento) me ha subido cuando me dirigía a la bola”, explicó.

Decepcionado, con la cabeza baja y gesto serio, Woods pasó una última vez, al menos en este torneo, por el pórtico del Royal and Ancient, el edificio que acoge la instancia que rige las reglas del golf (salvo en Estados Unidos y México, sometidos al organismo norteamericano USGA).

“Estoy decepcionado por no jugar el fin de semana, pero claramente no he jugado suficientemente bien: Me hubiera gustado haberlo hecho mejor. Saint Andrews siendo mi campo favorito. Enamoré de él en 1995 y eso no ha cambiado”, admitió en conferencia de prensa.

Antes del torneo, la estrella norteamericana ya había dicho que “estar aquí, en mi sexto Open en Saint Andrews, siendo capaz de jugar en este campo donde nació el golf, es algo fantástico”, recordando que hace unos meses su objetivo era simplemente “ ser capaz de volver a andar”.

Woods retrocedió a la competencia en abril en el Masters de Augusta, donde fue 47º, después de dos primeros recorridos positivos. Abandonó luego en el tercer recorrido en el PGA Championship y renunció al US Open.

“Ahora no tengo nada previsto. Quizá juegue algo el año próximo, pero no lo sé. Este años simplemente esperaba poder jugar este torneo y he tenido la suerte de poder jugar tres. Todos, además, ‘major’”, explicó al ser preguntado por sus planes inmediatos.

Rahm y Sergio García recuperan posiciones

Por lo que respeta a esta edición, Cam Smith puso la directa (-13) y será difícil frenar por sus importantes rivales, especialmente Rory McIlroy y Dustin Johnson.

Jon Rahm (-4), Sergio García (-3) y Adri Arnaus (par) deberán remar para acabar arriba.