El comisario José Manuel Villarejo ha recibido el absuelto del juicio por la captura y difusión de una reunión entre agentes del CNI y de Asuntos Internos en el marco de la operación sobre el Pequeño Nicolás y dice que, siendo así, ya puede hablar del tema. Sostiene que toda esa causa se desencadenó por causa de la entonces vicepresidenta del Gobierno, Soraya Sáenz de Santamaría. “Resulta que porque hay un jovenzuelo que está pidiendo dinero en su nombre, llama nada menos que al CNI, una de las instituciones más importantes de este país dedicada a temas realmente importantes, como es el terrorismo, para que actúe de detective privado porque le ha molestado”, criticó Villarejo. Según su relato, ese fue el arranque. Luego, la mano derecha de Sáenz de Santamaría, María Pico, habría tratado con el entonces secretario de Estado de Interior, “su amigo” Francisco Martínez, que lo llevase Asuntos Internos, “la unidad más política” de la Policía. Esa es la unidad que investiga ahora al propio Villarejo en la Audiencia Nacional y también se ha visto involucrada en las operaciones Kitchen -presunto espionaje al extesorero del PP Luis Bárcenas- y Cataluña -supuesta guerra sucia al independentismo-. Kitchen y Cataluña, operaciones “de Estado” El comisario sostiene que ambas fueron “operaciones de Estado” y las describe en los mismos términos: “Probablemente la ordena el presidente del Gobierno”, que era Mariano Rajoy, y la ejecutan en dos vías: la vicepresidencia de Santamaría (literalmente se refiere a ella como “bolita de azufre”) mediante el CNI, e Interior utilizando a la Policía. “Cada uno llevaba una parte”, asegura. En este caso del despliegue sobre el independentismo, que no está judicializado en España pero sí en Andorra, Villarejo incide en su relevancia. “Es una operación que yo la considero muy importante y muy decisiva para el devenir del futuro de España porque de no haber hecho, probablemente CiU hubiera obtenido la mayoría absoluta. The hubiera dolido bastante la cabeza a España”, destaca.
