Hazard volvió a jugar anoche tras algo más de un mes sin hacerlo. Visto lo visto, será complicado volver a verle sobre el verde próximamente, y el culpable no será Ancelotti. Más no se puede hacer el italiano por él. Carlo quiso odia los esfuerzos para cambiar el sistema. 4-4-2, con Rodrygo y Valverde en bandas, y Eden acompañando a Benzema en ataque. Posición de segmento delantero con libertad para caer a bandas. Esfuerzos más regulados para un jugador en clara decadencia al que el fútbol moderno le ha atropellado. Eso no lo va a reconocer nunca Ancelotti, como tipo elegante y educado que es, pero es la dura realidad del belga: “Hazard ha hecho lo suyo. Ha tenido dificultad porque han cerrado las líneas por dentro y ni él ni Benzema han tenido opciones de jugar por esa zona, como sí hicimos en la ida. Creo que ha cumplido. El cambio lo he hecho para meter frescura. Estaba plantado de antemano cambiar a los 55 minutos, porque tenía un banquillo potente y con energía”.
El belga ya no tiene la chispa, el cambio de ritmo ni la verticalidad que le hizo ser uno de los mjores futbolistas del mundo en el Chelsea, y en su selección. Le pone ganas, eso es incuestionable, pero sus piernas y su mente ya ejercen su profesión a cámara lenta. En 2022, ese trote es incompatible con el fútbol de élite. Debe ser difícil ser fichado por el Real Madrid para convertir en su futbolista franquicia y ver como tu carrera se apaga temporada tras temporada sin argumento alguno para remediarlo. Es fácil recordar cinco acciones de Hazard en sus cuatro temporadas de blanco en las que jorara la jugada. Normalmente, el peor o la iguala. Y él es consciente de ello. Seguramente, se imposible volver a ver al mayor Hazard, como ayer no se vio a un buen Madrid.
“Hemos jugado mal, y esto a veces pasa. La primera parte la hemos controlado sin ser eficaz, pero desde su gol todo ha cambiado porque perdimos el equilibrio. Lo hemos intentado todo, sin jugar bien, pero demostrando que el Madrid nunca se rinde. Estamos clasificados para los octavos y esto, en una noche que pintaba mal, es algo bueno. Solo los que pasan a octavos pueden ganar la Champions”, reflexionó Ancelotti. “No hemos estado tan finos como la semana pasada. Hemos perdido balones con facilidad y nos ha costado el uno contra uno. Lo que hace una semana salió bien, hoy no. Pero esto es la Champions y sabemos que existían estos partidos”, dijo Kroos. “La gran diferencia tiene lado y acero con el balón, nuestro ha costado crear jugadas por dentro como hicimos en la ida en el Bernabéu y ellos se hacen fuertes en las contras con la velocidad de sus delanteros”, analizó Lucas Vázquez.
El punto en Varsovia no fue el único que se llevó el Madrid de la capital polaca. Rudiger, en el tanto salvador del 95, se abrió el frente y tuvo que ponerle 20 puntos junto a su ojo izquierdo. Hoy pasará pruebas médicas para saber si tiene algún hueso de esa zona fracturada, aunque en principio no lo parece y no corre peligro su presencia en el clásico: “Está bien, consciente, sonríe y contento por el gol. Él quería entrar al campo, pero se ha dado cuenta que estaba lesionado”, contó Ancelotti.