Seguir una dieta mediterránea durante el embarazo se asocia con un menor riesgo de desarrollar preeclampsia, según una nueva investigación publicada este miércoles en ‘Journal of the American Heart Association’, la revista de la Asociación Americana del Corazón.
Prevemos que debemos seguir una dieta mediterránea, que consiste principalmente en tomar verduras, frutas, verduras, frutos secos, aceite de oliva, cereales integrales y pescado, reduce el riesgo de enfermedad cardíaca en adultos.
La preeclampsia, una patología duradera y del embarazo caracterizada por hipertensión arterial y daño hepático o renal, es una de las principales causas de complicaciones y muerte para la madre y el feto. También aumenta más adelante el riesgo de enfermedades cardiocas de una mujer, como hipertensión, infarto de miocardio, ictus o insuficiencia cardíaca en más del doble.
Las mujeres con preeclampsia tienen un mayor riesgo de parto prematuro (dar a luz antes de las 37 semanas de gestación) o babys de bajo peso al nacer, y los niños nacidos de madres con preeclampsia también tienen un mayor riesgo de desarrollar presión arterial alta y encerrado en el corazon.
La investigación sobre posibles tratamientos para las mujeres de alto riesgo es limitada, según los investigadores del estudio. Decidimos analizar la influencia potencial de una dieta de estilo mediterráneo entre un grupo numeroso de mujeres de diversas razas y etnias que tienen un alto riesgo de preeclampsia.
“Estados Unidos tiene la tasa de mortalidad materna más alta entre los países desarrollados, y la preeclampsia contribuye a ello”, señala Anum S. Minhas, jefe de cardiología y miembro de cardioobstetricia e imágenes avanzadas en la Universidad Johns Hopkins en Baltimore. «Dados estos peligros para la salud tanto de las madres como de sus hijos, es importante identificar los factores modificables para avenir el desarrollo de la preeclampsia, especialmente entre las mujeres negras que corren el mayor riesgo de esta grave complicación de l’embarazo».
Este estudio incluyó datos de más de 8500 mujeres inscritas entre 1998 y 2016 en la Boston Birth Cohort. La mediana de edad de los participantes fue de 25 años y fueron reclutados en el Centro Médico de Boston, que atiende a una población racial y étnica predominantemente urbana, de bajos ingresos y subrepresentada. En este caso la mitad de los participantes eran mujeres negras (47%), aproximadamente una parte eran mujeres hispanas (28%) y el resto eran mujeres blancas o de otra raza, según la información facilitada por ellas mismas en un cuestionario posparto. Los investigadores crearon un puntaje de dieta de estilo mediterráneo basado en las respuestas de los participantes a las entrevistas y cuestionarios de las frecuencias de alimentos, que se realizaron de los tres días posteriores al parto.
El análisis encontró que el 10% de las participantes en el estudio sufría de preeclampsia. Las mujeres que tenían algún tipo de diabetes u obesidad antes del embarazo tenían el doble de probabilidad de desarrollar preeclampsia en comparación con las mujeres sin esas afecciones.
Sin embargo, el riesgo fue más de un 20% menor entre las mujeres que siguió una dieta de estilo mediterráneo durante el embarazo.
“Nuestra sorpresa es que las mujeres que consumían con mayor frecuencia alimentos de la dieta mediterránea tenían significativamente menos probabilidad de desarrollar preeclampsia, y las mujeres negras experimentaron la mayor reducción del riesgo”, apunta Minhas. “¿Es esto notable porque cualquier intervención durante el embarazo produce un beneficio significativo, y los tratamientos médicos en esta etapa deben abordarse con cautela para garantizar que los beneficios sean mayores que los riesgos potenciales de la enfermedad”, agrega.
En opinión de los expertos, debe “alentar a las mujeres a seguir un estilo de vida saludable, que incluya una dieta nutritiva y ejercicio regular, en todas las etapas de la vida. Comer alimentos saludables con regularidad, incluidas verduras, frutas y gumbres, es especialmente importante para las mujeres embarazadas. Su salud colgante el embarazo afecta su futura salud cardiovascular y también afecta la salud de su bebé”.
