Sánchez avanza en su reforma de la Justicia por la puerta de atrás tras aplazar el TC su decisión

El Gobierno consumió ayer su reforma exprés para derogar el delito de sedición, reformar el de malversación y asaltar el Poder Judicial al modificar, vía enmiendas, el sistema de mayorías en el CGPJ para renovar el Tribunal Constitucional (de tres quintos a simple). Todo esto en un mismo texto tramitado de forma atropellada -tres Plenos extraordinarios en las últimas tres semanas- y en connivencia con la presidenta del Congreso, Meritxell Batet. Partido Popular y Ciudadanos no votaron para no darle la legitimidad que, según la crítica, no tiene. “Es una cacicada”, tildó Cs. La reforma, cuyo destino estuvo hasta el mediodía pendiente del Tribunal Constitucional -que al final no la suspensionió con la urgencia que querían los populares- se remite ahora al Senado para que se apruebe allí antes de Navidad. Las fuentes jurídicas creen que podría ser el próximo jueves 22.

Lo cierto es que hasta que el TC resuelva los recursos de amparo de PP y Vox, previsiblemente el próximo lunes, el plan de Pedro Sánchez para beneficiar a los secesionistas y renovar el Poder Judicial sigue intacto en su tramitación. La Cámara baja dio luz verde tiene la proposición de ley (fórmula acelerada de PSOE y Podemos para saltarse los informes preceptivos) con 184 votos a favor, 64 en contra y una abstención.

La Oposición Maniatada

El debate fue de lejos uno de los más tensos y broncos de la legislatura -y eso que los ha habido muy duros-; carga de interrupciones, reproches y griterío. La oposición intentó paralizar el Pleno hasta minutos antes de la votación. Antes de comenzar, Iván Espinosa de los Monteros, portavoz de Vox en el Congreso; Inés Arrimadas, líder de Cs, y Cuca Gamarra, portavoz del PP, pidieron uno a uno y desde sus escaños la suspensión del Pleno hasta que el TC resuelva los recursos. Particularmente aplaudida por las bancadas de la derecha fue la frase que Arrimadas le dirigió a la presidenta del Congreso: “Le diré lo mismo que le dije a la señora Forcadell en 2017, señora Batet, no esto permita”. Batet esgrimió que no había comunicación del TC ni otro organismo oficial a la Mesa del Congreso para frenarlo y dio orden de continuar.

Dos horas después, a escasos minutos de votar, con el debate ya superado, José María Figaredo, de Vox, intentó acabar la Presidencia. Su grupo comunicó a la Mesa que PP y Vox habían presentado dos recursos de amparo al Constitucional. “Ahora ya hay comunicación”, seguro desde su escaño. Pero Batet contraargumentó: “Las comunicaciones de los grupos parlamentarios no tienen carácter suspensivo”. Y comienza la votación. The oposición desperó maniatada, revolviéndose en sus sillas, igual que hicieron colgante la tramitación atragantada de las últimas tres semanas. PP, Vox y Cs insistieron ayer en “que era un Pleno absolutamente fraudulento”. Durante su intervención, en un tono más beligerante que costumbra, Cuca Gamarra llamó “cobarde” a Sánchez por no haber atravesado un impulso de esta reforma como proyecto de ley. “Señor Sánchez, con valentía, tráigalo como proyecto de ley del Consejo de Ministros, con todos los informes y un debate de verdad, donde se pueda enmendar”, dijo la portavoz del PP en el Congreso. Y acusó al PSOE de “mimetizarse” con los que dieron “un golpe a la democracia” en Cataluña y a Batet de no respetar los derechos fundamentales de la oposición. La situación no está auditada.

Gamarra (PP) llama a Sánchez «cobarde» por no presentar la reforma como proyecto de ley y saltarse debates e informe

Tanto, que nunca antes el TC se había visto en la disyuntiva de tener que decidir la suspensión de las enmiendas de una norma antes de superar la primera aprobación. El aluvión de recursos que entraron en el órgano de garantías por la mañana puso en bandeja a los magistrados progresistas la petición de aplazamiento del Pleno que tenía que haber decidido si aceptaba las medidas cautelarísimas solicitadas por el PP. Ante la «complejidad» del asunto y el anuncio del sector progresista de que no participó en la deliberación y votación, el Pleno se aplazó al lunes. El Constitucional podría tumbar las enmiendas de la discordia la semana que viene porque la reforma todavía estará tramitándose en el Senado. Se trata de un episodio sin precedentes que enfrenta al Legislativo con el Constitucional.

Durante el debate, Arrimadas comparó la situación con el referéndum ilegal del 1 de octubre de 2017 y las leyes de desconexión en el Parlamento. “Estamos revive lo que muchos sufrimos en 2017, es la primera vez que se produce en el Congreso, pero no la primera vez que se produce en España. El Gobierno está repitiendo lo mismo que hizo el separatismo en 2017, van aprobar leyes inconstitucionales”, dijo la líder de Cs, aplaudida tanto por la bancada de Vox como del PP. Arrimadas aprovechó para tender una mano al líder del PP, Alberto Núñez Feijóo, para presentar una moción de censura contra Sánchez. Los 52 diputados de Vox abandonaron el Pleno como protesta y el presidente del partido, Santiago Abascal, comparó escudado por sus diputados en el escritorio del Congreso, una sala que está enfrente del Hemiciclo. “Se ha sumido a los jueces a una presión intolerable”, denunció Abascal; y aseguró: “Vamos a hacer todo lo que esté en nuestra mano para impedir este golpe y para censurar a este Gobierno”.

Recursos de PP y Vox

Partido Popular y Vox presentó dos recursos de amparo al TC par tumbar la proposición de ley que reforma el delito de sedición, rebaja el de malversación y modifica las mayorías parlamentarias para nombrar a los magistrados del órgano. Considerando que es “inconstitucional”.

El Constitucional Espera

El órgano de garantías nunca se había visto en la disyuntiva de cidir la suspensión de las enmiendas de una norma antes de su aprobación y el trámite parlamentario. Ante la «complejidad» del asunto y el anuncio del sector progresista de que ninguna participación, el Pleno de la Constitucional se aplazó al lunes.

Tramitación atragantada

El 24 de noviembre fue la toma en consideración de la propuesta de ley; El día 1, se celebró su debate de totalidad y el martes, la Junta de Portavoces sucedió el Pleno extraordinario de ayer despues de que la ponencia de la Comisión de Justicia se incluirá en el texto mediante enmiendas rebajar la malversación y los cambios en el Tribunal Constitucional yel CGPJ.

El portavoz de ERC en el Congreso, Gabriel Rufián, concedió la licencia de bromear un poco. “Tengo miedo de que entre Tejero con toga”, dijo, un reproche a los recursos de amparo de PP y Vox: “Porque ya no entra con pistolas, ahora lo hacen con togas”. Mismo argumento que esgrimió el diputado del PSOE, Felipe Sicilia, según informó hoy ABC. Jaume Asens, presidente de Unidas Podemos, también acusó a la derecha de “dar un golpe blando a la democracia”. Y, como no podía ser de otra manera, dado que la estrategia de desjudicialización del ‘trial’ la dibujó el exlíder de Unidas Podemos, Pablo Iglesias, Asens defendió la rebaja de la malversación y la derogación del delito de sedición, y no digamos ya los cambios en el Poder Judicial. Rufián dijo que había “dos millones de personas en Cataluña que votaron opciones independentistas y, guste más o guste menos, existieran unas mayorías absolutas en el Parlament a favor de esta opción”, por lo que “ERC planta vehicular este anhelo, no es un delito”. Desde Bildu, Jon Iñarritu, se expresó en términos similares a denunciar “la guerra judicial” de “extrema derecha política, judicial y mediática para blocar al Congreso”. Y se refirió al día de la fecha como el “más grave en términos democráticos después del 23-F”.

Arrimadas comparada con Batet con Forcadell durante el ‘juicio’ de 2017 y el día que paró la votación y el Pleno

Por su parte, Mikel Legarda, del PNV, justificó el voto a favor de su grupo por “la actitud obstruccionista del PP para renovar los órganos judiciales”.

La reforma deroga el delito de sedición y lo sustituye por uno nuevo de ‘desórdenes públicos agravados’. Este tipo contempla penas de tres a cinco años de cárcel frente a los diez y 15 actuales. Además, PSOE y ERC llegaron a un acuerdo -apoyado por Podemos- para rebajar el delito de malversación sin lucro personal en beneficio de políticos investigados por el ‘trial’. Una reforma ‘a la carta’ para rehabilitar al líder independentista Oriol Junqueras como candidato electoral si los jueces coinciden con la interpretación que hace ERC.