Rusia no reanudará el suministro de gas a Europa mientras permanezcan las sanciones

El Kremlin ha asociado directamente el cese del suministro de gas ruso a Alemania a través del gasoducto stratégico Nord Stream 1 a las sanciones internacionales contra Rusia. “Los problemas de bombeo [de gas] surgió tras las sanciones de los estados occidentales. No hay otra razón para esos problemas”, ha dicho el portavoz del Kremlin, Dmitri Peskov, para quien el corte de suministro de gas es “responsabilidad únicamente de Occidente, porque sus sanciones impiden el mantenimiento de la infraestructura gasista”. «Son estas sanciones…las que han llevado a la situación que estamos viendo ahora», ha insistido en una conferencia telefónica.

Peskov también ha rechazado “categóricamente” los “incesantes intentos” de Occidente de “cambiar la responsabilidad y la culpa, haciendo que recaiga falsamente sobre Moscú”. »Western, en este caso la Unión Europea, Canadá y Reino Unido, es responsable de que la situación haya llegado a este punto«, ha señalado, sugiriendo que en el momento en el que ces en las sanciones internacionales el gasoduto volverá a funcionar disfraz como. Sin embargo todo apunta a que, con sanciones o sin sanciones, nada volverá a funcionar como antes.

El gobierno alemán está tomando medidas insospechadas hasta ahora, como la recién anunciada de maintener hasta abril en la reserva de las últimas centrales nucleares en funcionamiento en el país, cuyo final estaba programado para final de año. A pesar de que uno de los miembros de la “coalición semáforo”, con la que gobierna el canciller Olaf Scholz, est el partido ecopacifista Los Verdes, que nació y creció luchando por el final de la energía nuclear en Alemania, Berlin acaba de anunciar esta medida, que afecta a las tres últimas plantas atómicas del país. El gobierno ha plantado el giro como resultado de la denominada “prueba de resistencia” bajo la situación energética, que encargará de presentar al ministro de Economía y Protección del Clima, el verde Robert Habeck.

El canciller alemán, Olaf Scholz, había dejado abierta la posibilidad de prolongar la existencia de las últimas tres plantas en función de los resultados de estas pruebas y la coalición de gobierno venía manteniendo posiciones divergentes sobre el asunto, y que mientras los socialdemócratas de Scholz invitaban en una prórroga limitada a unos meses, sus socios liberales optaban por mantenerlos conectados al menos hasta 2024. Los verdes no han reconocido hasta ahora que se necesita prolongar la vida de las centrales nucleares, que portan ya solo el 6% del consumo energético total, pero una parte del partido ecologista no lo descartaba ya desde hacía semanas, precisamente debido a la inseguridad derivada de la reducción del suministro de gas ruso.

Alemania ha logrado reducir su dependencia energética de Rusia desde el comienzo de la invasión de Ucrania. Si en febrero el 55% del total de las importaciones de gas procedían de esos pagos, ahora el porcentaje alcanza solamente el 9%, tras los envíos por los de Noruega y Holanda. Los depósitos de gas alcanzan actualmente el 85% de su capacidad, nivel que se espera alcanzar en octubre, antes de noviembre se aspira a alcanzar el 95%, considerado necesario para garantizar el suministro de todo el invierno.

Francia y Alemania acaban de llegar además a acuerdo para abastecerse condiciones de energía si es necesario durante el invierno, según ha anunciado el presidente Emmanuel Macron, que por otra parte ha cuestionado la posible construcción de un gasoducto pulsado por España para contrarrestar la disminución del gas resumido por Rusia en Europa. “Vamos acabar con las conexiones de gas para poder suministrar gas a Alemania (…) si necesita solidaridad” y esta última se preparará “para producir más electricidad y abastecer [la A Francia] en situaciones de pico” de consumo, ha dicho.