Rafa Castaño volvió a ‘Pasapalabra’ el pasado 1 de junio. El sevillano ya había probado suerte colgante la andadura del formato en Telecinco. Entonces quedaron 61 entregas, un hito que, si no lo mata en las cosas, está a punto de batir. Por el momento, la concursante celebra este martes 9 de julio otra marca importante en el espacio de Antena 3: su programa número 50. .
Desafortunadamente para él, también su rival. “Gusta saber que estás aguantando, aunque no te fijas metas. Con Orestes delante, además, tiene para mí mucho valor llevar tanto tiempo», afirmó el sevillano. Orestes Barbero, con quien ya pugnó antaño
por el gran premio hasta que la cadena de Mediaset canceló el programa, cuenta con la friolera de 211 entregas a sus espaldas. Además de Rafa pocas contrincantes han podido hacerle sombra. Y es que el burgalés se ha ganado, una base de trabajo y una asombrosa fuente de conocimientos, el acceso al ‘Olimpo de Pasapalabra’, un privilegio reservado a los concursantes que superan las 100 entregas.
De hecho, solo seis participantes lo han logrado en casi 20 años, y sigue así, Orestes puede arrebatarle la medalla de oro al extraordinario Pablo Díaz. El violinista tinerfeño recaudó una caja de 1.828.000 euros de permanente en ‘Pasapalabra’ de 260 episodios.
Otro cara a cara muy apretado
De momento ninguno ha llevado el gato al agua, aunque en su quincuagésimo duelo ambos demostraron una vez más lo aunque dominando el arte de las palabras.
Habemus empatiza entre @Rafael_Castano y @OrestesBarbsalc en #Pasapalabra578.
Hasta aquí el programa de hoy. ¡Gracias por acompañarnos! ✨ pic.twitter.com/d7rx1P3HCt
— Pasapalabra (@PasapalabraA3) 9 de agosto de 2022
Partiendo de 161 segundos, el burgalés llevó a cabo su ya clásico modus operandi. A saber, una primera vuelta acelerada completada en turnos de hasta nueve definiciones, y que cerró con 21aciertos. Se ponía un cuatro tan solo de 1.390.0000 euros. O lo que se acercaba más a la realidad, según él. “Estoy a una de todas las que puedo lograr, porque hay tres de las que no tengo ni pajolera idea”, matizó. Así pues, se plantó con 22 palabras correctas y sin fallos.
La pelota estaba en el tejado de Rafa. Con la mitad deaciertos qu’su adversario, aunque con más de los 152 minutos restantes con los que arrancó, se había estancado a mitad del ‘Rosco’. Pero lo mismo que Orestes suele jugar intrépidamente, el sevillano es más de meditar las respuestas para soltarlas durante la segunda vuelta. Y eso hizo, remontando, para su alivio, hasta el empate.
