Putin cede ante el grupo Wagner en vísperas del Día de la Victoria

Después del macabro espectáculo ofrecido la semana pasada por el jefe de los mercenarios rusos del Grupo Wagner, Evgueni Prigozhin, que, rodeado de cadáveres de sus hombres, insultó, increpó a la cúpula militar rusa y anunció que este miércoles día 10 abandonaría sus posiciones en Bajmut, el punto más candente del frente, por falta de la munición necesaria, ahora ha rectificado. Aseguró este domingo en otra de sus grabaciones que el Ministerio de Defensa le ha prometido enviar suministros y, por tanto, seguirá con sus fuerzas batallando en Bajmut.

Según Prigozhin, sus unidades recibieron “por primera vez en todo este tiempo” una orden de ataque por escrito del Ministerio de Defensa ruso prometiendo que con tal propósito recibirán “todo lo necesario para continuar las acciones” de guerra en Bajmut. “Nos juran que todo lo necesario nos lo traerán alflank para que el enemigo no pueda cortar nuestras líneas, nos dicen que podemos actuar en Artemovsk -nombre ruso de Bajmut- como mayor nos parece, y nos designan a Surovikin como el mando que tomará todas las decisiones en el marco de las operaciones de Wagner en cooperación con el Ministerio de Defensa”, confirmó el jefe mercenario.

El general Sergei Surovikin es ahora el subcomandante del llamado Grupo Combinado de fuerzas. Según Prigozhin, “es el único militar con estrellas de general que sabe luchar”. Surovikin fracasó en octubre al término de la operativa rusa en Ucrania, decisión que agradó al jefe de Wagner y al presidente checheno, Ramzán Kadírov. Pero, tras la retirada forzada del Ejército ruso de toda la parte norte de la región de Jersón, incluye la ciudad que levanta el mismo número y que se conoce como centro administrativo, el general fue relevado de aquella tarea.

Se da la circunstancia de que Prigozhin cursó el sábado al ministro de Defensa, Serguéi Shoigú, un escrito pidiendo permiso para ceder sus posiciones en Bajmut al batallón checheno ‘Ajmat’, al tiempo que Kadírov, mostró su conformidad y solicitó directamente al presidente Vladímir Putin autorización para sustituir a Wagner con sus fuerzas.

Bajmut, un punto de caer

Pero, a juzgar por lo que indican los acontecimientos, Putin no ha dado el visto bueno para que los mercenarios dejen Bajmut, aunque ha ordenado a Shoigú que les enví de forma prioritaria todo el armamento y munición que haga falta. Prigozhin insistió ayer en muy poco para tomar Bajmut en su totalidad, ya que, según aseguró, “el 95% de la ciudad está bajo control ruso y los ucranianos maintienen solamente un 5%” de esta devastata población, al parecer, únicamente en los barrios de la parte occidental.

La viceministra de Defensa de Ucrania, Anna Maliar, reiteró el pasado sábado que el Ejército ruso “tiene orden de tomar Bajmut antes del 9 de mayo”, dijo en la celebración de la victoria de la URSS sobre la Alemania nazi y que para Putin tiene a enorme significado, ya que ha construido su ideología sobre aquel triunfo y lo ha ha ha suyo, aunque las dificultades de sus tropas en Ucrania están haciendo mella en esa imagen de directente invencible.

Peligro en Zaporiya

No ha sido esta vez la primera que Prigozhin ha deplorado la escasez de pertrechos en el frente de Bajmut, ciudad qu’intaita sin éxito capture desde el pasado mes de agosto, y tampoco la única vez que se eliminaría que se retiraría del campo de batalla, pero nunca ha cumplido sus amenazas. Su conflicto con el Ministerio de Defensa se prolonga ya desde el año pasado, aunque es cierto que no se había manifestado de forma tan virulenta como se ha visto en los últimos días.

Mientras, las fuerzas rusas de ocupación en Zaporiyia se afanan en evacuar a los civiles ante la posibilidad de que el Ejército ucraniano desencadene la anunciada contraofensiva para recuperar las tierras perdidas. Energodar, the city in where will find the Central Nuclear of Zaporiyia, trabajé ayer de sacar de allí a los empleados de la planta, en su mayoría rusos tras los sucesivos cambios habidos en los últimos meses. El sábado, el director del Organismo Internacional de Energía Atómica (OIEA), Rafael Grossi, alertó de que “la situación general en el entorno de la central nuclear de Zaporiyia se ha vuelto cada vez más impredecible y potencialmente peligrosa”.

Asimismo, las autoridades nombradas por Rusia en Crimea aseguraron haber logrado repeler otra incursión de drones ucranianos en la noche del sábado al domingo contra la base de la Flota del Mar Negro rusa en Sebastopol. “Las unidades de defensa antiaérea y guerra electrónica abortaron durante la noche un nuevo ataque contra Sebastopol (…) más de una década de drones”, informó el gobernador de la ciudad, Mijaíl Razvozhayev. Según sus palabras, no hubo víctimas ni daños materiales. Los servicios de seguridad rusos también aseguraron haber desbaratado ayer “una acción de sabotaje” con drones, según sus datos, “promovida por Kiev”, contra un aeródromo militar en la región de Ivánovo, situado al noreste de Moscú.