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“En el colegio público de mi barrio siempre había palos para entrar. Mi primera hija tuvo suerte y consiguió plaza para el curso 2020-2021 porque las de educación especial no se cubrieron, si no, hubiera tenido que ir a otro cole. Este año, he tenido que hacer la inscripción para el segundo, y a pesar de que han bajado la ratio de 25 a 20 en primero de infantil, parece que van a sobrar varias plazas. Al vivir en Madrid, en mi día a día no me doy cuenta de cómo ha caído la natalidad, pero es en este tipo de cosas cuando queda bastante claro que ya apenas hay niños”.
Este es el testimonio de Pilar, madre de tres pequeños que reside en la capital.
Ella, al igual que casi todas las familias del país, acaba de echar la matrícula escolar para su hijo mediano, de 3 años. Está claro que la caída de la natalidad es imparable y, aunque es verdad que no todos los barrios o zonas se ven afectados por igual, muchas familias podrán llevar a sus hijos el próximo curso 2022-2023 al colegio que solicitan como primera opción.
“Estamos notando un descenso de la natalidad mortal”, asegura a ABC Nuria Hernández, directora del CEIP Clara Campoamor, situada en Alcorcón, y coordinadora de todos los directores del municipio. «Cada vez que nos reunimos la dirección del área sur de la Comunidad de Madrid lo comentamos», dice. De hecho, este centro escolar nació siendo línea 3 -tres clases por curso- y un día de hoy es línea 1.
Aunque aún no está el listado oficial de los alumnos admitidos en cada centro, el plazo de solicitudes del proceso de admisión para alumnos en Educación Infantil, Primaria, Especial, Secundaria Obligatoria y Bachillerato para el próximo curso en la Comunidad de Madrid finalizó el pasado 5 de mayonesa Con los listados provisionales en mano, el gerente comentó que “porque sí hay plazas suficientes. Casi todas las familias pueden llevar a sus hijos al colegio que han elegido como primera opción”.
Este es el caso de Victoria. «Ya sé que lo más seguro, a no ser que pase algo raro, es que mi hijo entre al cole que hemos elegido», confiesa a ABC esta joven, madre de un pequeño de 3 años de Alcorcón. “Me han dicho que nadie se ha quedado fuera, que las dos clases se han llenado y no tenemos puntos de más por tener hermanos dentro ni nada. Así que estamos muy contentos y tranquilos. Es el cole que más cerca tenemos y el que queríamos”, declaró.
A partir de 2014 la natalidad en España se encuentra en caída libre. Este año se registraron 427.595 bebés. En 2019, año de nacimiento de los futuros alumnos de primero de infantil, el dato cayó hasta los 360.617, es decir, un 20,17%.
La media de la caída de la natalidad de 2018 a 2019 en España fue del 3,26%. Sin embargo, este descenso fue más acusado en unas provincias que en otras: en Lugo la bajada llegó a ser del 13,02%; por detrás, Ceuta (-12,88%), León (-9,67%) y Asturias (-9,33%). De hecho, los medios locales de Lugo ya hacen eco de la caída de solicitudes a los colegios, aunque desde la Consejería de Educación no lo confirman hasta que no se haga la matrícula. Presumiblemente, habrá provincias en las que será más fácil que un niño nuevo en 2019 ingresar a una universidad.
Esta sequía demográfica también es palpable en Madrid, de la que la caída estuvo muy acorde con la media nacional, fue del 3,16% y en Barcelona del 3,47%.
No obstante, hubo seis provincias que registraron un incremento en su natalidad con respecto al año anterior. Huelva se sitúa a la cabeza con un 6,18% más de retonos. Siguieron Cuenca (6,09%), Teruel (4,33%), La Rioja (3,29%), Granada (2,69%) y Burgos (1,19%).
Relación reducida
Los datos son aún más llamativos en la Comunidad de Madrid teniendo en cuenta que, desde el curso que viene, la oferta inicial de plazas escolares en Educación Infantil (3 años), se ha reducido de 25 a 20 alumnos por grupo.
“En nuestro caso se ha llenado todo”, explicó la directora del colegio Clara Campoamor, sin que nadie se haya quedado fuera. “Hay escuelas de la línea 3 -continua- que están notando más esa bajada de natalidad y han pasado a tener bastantes menos solicitudes y, aún reduciéndose la ratio, no está teniendo problemas”.
Para Hernández, esta disminución de exalumnos de clase se traduce en una mejora en la “calidad de la enseñanza”. Por eso, “siempre se ha pedido a la Comunidad de Madrid bajar el ratio”.