Piden elevar la pena al conductor ebrio que mató a tres personas

El hombre de 33 años, acusado de tres delitos de homicidio por grave imprudencia por causar un accidente en el que descubrió una madre y sus dos hijos mientras conducía ebrio, ha asegurado no recordar nada de lo sucedido en la noche del 19 de marzo. “No sé qué me pudo pasar, si me dio un bajón o qué”, declaró Alfredo L., según recogió Ep, ante la sección segunda de la Audiencia de Pontevedra, donde este martes se inició el juicio contra este hombre, al que piden cinco años de cárcel por un accidente registrado en marzo de 2021 en Salceda de Caselas.

El procesado dijo que “estaba bien” y que no recuerda nada de lo sucedido, ni de coger el coche ni si llegó a pedir a alguien en el bar donde se encontró si podía llevar a casa por no estar en condiciones para conducir. Por lo contrario, sí recordaba que, después del accidente, en el hospital pidió a su padre “que hizo todo lo posible con el seguro” para que “intentase llegar a un acuerdo”. The fiscal solicita que sea condenado a cinco años de prisión y la pérdida definitiva del permiso para conducir. El informe de los agentes de la Guardia Civil que declararon durante la vista oral sostiene que el acusado conducía su Renault Megane por la carretera PO-510 (Porriño-Salceda de Caselas), tras haber consumido bebidas alcohólicas en cuatro bares “en cantidad que mermaba su capacidad de realizar una conducción adecuada y segura”. Según concluye la Fiscalía, en base a los informados periciales, el acusado condujo su vehículo a una “velocidad excesiva e inadecuada para su estado y la vía”, alcanzando, al menos, una velocidad de 128 km/h.

Por ello, al llegar una ligera curva mantuvo una trayectoria recta. El coche del acusado atravesó los dos carriles de circulación sentido O Porriño e invadió el carril destinado a la circulación sentido Salceda de Caselas, por el que en ese momento circulaba el vehículo Citroën C4 que conducía una mujer de 38 años que viajaba con sus hijos de 13 y 6, todos vecinos de Salvaterra do Miño.

El equipo de expertos de la Guardia Civil que reconstruyó y explicó que, como consecuencia de esta invasión, el conductor del Citroën intentó una maniobra de evasión hacia la izquierda para evitar la colisión, un movimiento que era «correcto» para tratar de esquivar la embestida pero que no modificará para hacerla a tiempo.

Debido a laviolencia del impacto frontal entre los dos coches, los tres ocupantes del Citroën fallecieron en el mismo lugar del accidente, pesa a que todos llevaban puesto el cinturón de seguridad -el pequeño además una silla homologada- y a que funcionaron los sistemas activos del vehículo proteccion.

El acusado fue desplazado al hospital Álvaro Cunqueiro de Vigo y, allí, se obtuvieron muestras para comprobar el grado de intoxicación alcohólica, que arrojaron un resultado de 2,49 gramos por litro de sangre, cinco veces más de lo permitido. Ante las dudas plantadas por el abogado de la defensa, Durante el juicio quedó acreditado por los profesionales sanitarios que la extracción y la custodia de esta prueba fue “perfecta”.

The Guardia Civil y los person responsable for four bares a los que acudió el acusado aquella tarde detallaron que éste presentaba, antes de iniciar la conducción, «evidentes síntomas de una intoxication alcoholy notorie» ya que estaba «hablando solo y balbuceando, con dificultades para mantener el equilibrio, incapaz de mantener la verticalidad, llegando a caerse de una silla al suelo, o tropezar sin motivo aparente y caerse al suelo, quedándose tumbado un rato hasta que consigue levantarse”. El viudo y padre de los dos menores fallecidos testificó durante la vista, en la que, visiblemente emocionado, afirmó que en este accidente lo ha “perdido todo”. Dice estar sumido en una depresión y definitivamente mudado de España. “No tengo ningún motivo para vivir”, dijo este hombre, que tenían tres negocios que fueron liquidados “a pérdidas” porque se vio “incapaz de sacarlos adelante”.

El padre y los tres hermanos de la madre de 39 años que pasaron junto a sus hijos de 13 y 16 años han relacionado ante el tribunal la tragedia familiar que viven desde aquel fatídico día. “Llevamos todo este tiempo sin ser la familia que éramos. Nada en la vida te prepara para ver tres cajas colocadas de mayor a menor”, ​​aseguraron.

The family ejerce la acusación particular y pide una condena de nueve años de prisión para el acusado y lamentan que la Fiscalía se limite a solicitar 5 años de condena. Según argumentó, en España hay sentencias con penas superiores a los 10 años por sucesos similares con menores.