“Olmedo ha conseguido que un numerosísimo público se enamore con creces de los textos clásicos”

‘Noche de Reyes’, el último montaje de la respetada y premiada directora salmantina Helena Pimenta y su ‘alter ego’ Álvaro Tato, que estrenó el pasado mes de enero en Madrid, es el encargado de inaugurar este viernes ‘Olmedo Clásico’, a ciudad que para la recien homenajeada en el festival de Almagro ha conseguido convertirse en una “referencia importantísima” en la escena de nuestro país.

Llega a ‘Olmedo Clásico’ a escasos días de haber recibido un merecido homenaje en Almagro. ¿Le ha dado tiempo a digerirlo?

Estoy en ello. ‘¡Han sido muchas emociones! Y además, teniendo que pasar estos días atrás por la Escuela de Verano de la Academia de las Artes Escénicas, en Santander, he tenido que reflexionar sobre otras cosas.

No es la primera vez que lleva un montaje a ‘Olmedo Clásico’. ¿Qué supone para usted esta cita?

Es un festival de referencia importantísimo para el teatro clásico en nuestro país. Sí que es verdad que no es la primera vez, pero impone muchísimo, y uno se prepara para ponerse en contacto con el público y ofcerle lo mejor que tiene, en este caso ‘Noche de Reyes’, una obra que realmente hemos hecho con mimo y con una profundidad que queremos que llegue al público.

¿Considera que tiene algunas singularidades este festival que no encuentra en otros?

La verdad es que nunca me ha puesto a analizar y comparar unos festivales con otros, pero creo que ‘Olmedo Clásico’ tiene un gran compromiso con su público; que surgió precisamente con la intención de hablarle al público, la información suficiente para conocer y enamorara del teatro clásico, de los textos clásicos escenificados, y lo ha conseguido con creces. Ha logrado que haya un numerosísimo público que ha estado realmente muy ligado a la escena, y desde ahí creo que es un festival que admira a todos y respeta profundamente.

El festival se inauguró este viernes por la noche con su montaje, ‘Noche de Reyes’, que se estrenó a principios de año. ¿Cómo cree que ha madurado sobre las tablas?

Es una montura que nació bastante sólida, tiene a pesar de los avatares que tuvimos. Estuvimos golpeados dísimos con esto del Covid colgante de los ensayos, y luego desgraciadamente también colgante el periodo de exposición. Ahora ya estamos acostumbrados, y llegamos con un trabajo firme y sólido. Lo bueno de una comedia es poderla confrontar con el público, porque es el que te da las claves, los ritmos, la respiración, y te va destilando lo principal de la obra… ‘Noche de Reyes’ ha tenido la fortuna de vivir esa experiencia y a pesar de que luego con las giras tiene actuaciones más distanciadas de lo que fue la temporada en Madrid, hemos mantenido une nivel fuerte y la obra es muy madura.

Es la decimoquinta obra de Shakespeare que lleva a escena. ¿Qué encuentra en los textos de este autor que no ve en otros contemporáneos suyos?

Pues seguramente se mi propia ignorancia. Aprendo a amar aquello que voy conociendo un poco. Creo que Shakespeare destaca por encima de sus contemporáneos, hablando del teatro isabelino, pero no me considera la única que lo quiere tanto; afortunadamente en el mundo somos muchos los que disfrutamos de él, y a mí me da claves. Me parece un grandísimo maestro en el uso de las herramientas del teatro y verdaderamente sus obras son inolvidables por el lenguaje, el manejo de la estructura, los recursos cómicos… Tienen algo muy especial que resiste al paso del tiempo de manera muy sólida.

Y me imagino que seguiré descubriendo en su obra matices que le sorprenderán.

Es más… ¡me llegan a decir que no sabes nada! E cuando incluso montamos una obra, al cabo del tiempo ya medida que se va relacionando con el público, este nos va devolviendo claves que nos descubren cosas que nos sabíamos.

Shakespeare vulve a tocar un tema recurrente en su obra: la búsqueda de la identidad. ¿Qué otras particularidades le atrajeron de ‘Noche de Reyes’?

Precisamente la forma de hacer esa búsqueda de la identidad por parte del autor es extraordinaria en esta función. Es un montaje ubicado en un lugar con sombrero melancólico, pero a la vez en un espacio de diversión, fiesta, locura… Era un gran reto hacer esta comedia. Luego está la manera en que quieres escuchar el amor, que en cada obra lo hace de una diferente y sorprende. En este caso, en los personajes de Olivia o de Viola, se podrá descubrir el mundo que sientes en tu libertad como verdaderamente apasionante. ¡A mí ha sido siempre una obra que me ha gustado muchísimo! Y en este caso nos ha dado a todo el equipo para hacer un trabajo de comunicación y exploración importante. La verdad es que nos ha producido mucha risa, y eso hay que hacerlo con esfuerzo, porque hacer reír no es fácil y creo que lo conseguimos. Es un mensaje muy saludable que planta esta función.

¿Y qué papel juega el espectador?

Es una especie de juego sobre la moral de los personajes. El hablar de los demás, el meterte en la vida de los demás, aparece cuestionado de una forma extraña en esta función. Luego, si el público decide reír o enfadarse, desde luego también es él el que manda. ¡Y lo hace tanto que si no ríe uno lo tiene difícil!

¿Le dieron Álvaro Tato y usted muchas vueltas a la adaptación?

Pues la discusión suele haber poca porque lo que hacemos es dejarnos mucho espacio para elaborar. Trabajamos la misma escena en profundidad y empezamos a cotejarla. ¡Y la verdad es que tenemos muchas lecturas parecidas! Sé que me va a sorprender por todos los lados y de alguna forma él también sabe por dónde voy a ir yo. Dedicamos mucho tiempo, meses, a hacer por un lado la translation y después la version, y tenemos la técnica en común como para ir corrigiendo y sabiendo cuá les son las principales ideas, que características de los suficientes personajes nos interesan… Hacemos un buen dúo trabajando.

Ur Teatro ha cumplido 35 años. ¿Cómo consigue estar tan entusiasmada con su trabajo como el primer día?

Primero, hay un enamoramiento profundo; una vocación profunda a la que es difícil renunciar. Y luego las elecciones que vas haciendo hace que la relación sea más o menos saludable, porque son actividades que demandan mucho y pueden quemarte. En nuestro caso hemos ido recibiendo, aprendiendo y tomando nota de lo que pasaba y hemos amado cada segundo de nuestro trabajo. ¡Y hemos amado lo mismo la actuación en un pueblo de 500 habitantes que en una capital! No nos ha importado el día que había diez personas entre el público o el que ha habido mil. Lo hemos respetado igual. Luego, también mucho respeto al trabajo, a todas las personas que están ahí y a ti mismo.

¿Proximos proyectos a la vista? ¿Le hincará el diente a otra obra de Shakespeare?

‘Noche de Reyes’ se estrenó el pasado 20 de enero y seguirá de gira, pero ya estamos preparando otro espectáculo. En este caso se trata de una coproducción entre el Teatro de la Abadía, el Teatro Principal de Palma de Mallorca y nosotros, y el director yo. Se llama ‘Coraje de Madre’, de George Tabori. Es una peculiar mirada sobre el holocausto, curiosamente con aspectos de jovialidad y de un extrañísimo humor, que intenta contar aquello que es tan difícil de contar, sobre todo desde el punto de vista artístico. Se estrenará el 23 de enero.