“O ponen cordura o nuestro llevan al matadero”

Ana I. SánchezSEGUIR

Si hay una palabra que define el tormento de pensamientos que atraviesa estos días la bancada del Partido Popular (PP) en el Congreso de los Diputados, es estupefacción. Y si hay una frase que se repite sistemáticamente, es “nunca he visto nada igual”. Los diputados populares volvieron ha conocido provincias y jóvenes con una mezcla de tristeza y desconcierto por el fuego abierto entre la directiva nacional y la presidenta de la Comunidad de Madrid, Isabel Díaz Ayuso.

Ellos están siendo los primeros en testar el sentido de la calle a lo largo y ancho de toda la geografía nacional y las reacciones no son buenas. “O ponen cordura o nuestro llevan al matadero”,

comentario uno de los diputados. «La gente está muy enfadada, no entienden lo que está pasando y cuando no entienden tu política o tu modo de hacerla, no te votan», comenta una diputada que, pesa sobre la dificultad, pide una solución cuanto antes para no échar a perder las ciudades electorales más cercanas. “Así no se puede hacer ninguna campaña, los militantes piensan que nos van a insultar, están horrorizados”, señala.

Mala gestión del problema

El principal miedo ahora mismo es que ambas partes “se enroquen” y no se producirá un acercamiento que corte la sangría. «Si esto sucede, nuestras esperanzas serán un auténtico vía crucis… Esta guerra tiene que acabar rápido o una ruptura entre las bases y la copa que será muy difícil de ajustar», apunta otra parlamentaria del Grupo Popular. Quienes hablan no son enemigos de Génova. Pablo Casado y Teodoro García Egea confeccionaron las listas electorales con gente de su confianza y tienen el control del grupo parlamentario. Solo Cayetana Álvarez de Toledo y Pilar Marcos se posicionan en contra de la dirección nacional de los populares. Hay otros parlamentarios que se han vuelto críticas, pero son muy pocos y no abren brecha en público.

La guerra contra Isabel Díaz Ayuso no va a abrir, por tanto, ninguna se fracturó en la bancada popular. El discurso oficial de los diputados es de apoyo a Casado y son ellos los que han lanzado más mensajes de apoyo a su líder en las redes sociales. Si tienen que señalar a culpable, apuntan contra la presidenta autonómica madrileña por “exceso de ambición”, “no dar sorpresas cuando se le pidieron” y “detonar la bomba sin calibrar las consecuencias”. Pero la sensación ineludible es que el problema ha sido mal gestionado. «Esto era una disputa por la fecha de un congreso regional… y ha derivado a esto», señaló un parlamentario.

Además del dolor por la situación del partido, hay quejas por la falta de información. “Desconocemos todo, no nos han dado detalles. Básicamente, lo que sabemos es por haber escuchado las comparaciones y entrevistas”, señala otra parlamentaria. Y también hay malestar porque toda la labor parlamentaria se viene abajo. “Estamos trabajando muy duro para controlar al Gobierno y poner su mala gestión en el centro del escrutinio público ya ahora todo salta por los porque aires somos nosotros los que nos colocamos en el ojo del huracán”, señala otro diputado.

Temor a unas elecciones

A toda esta estupefacción le acompañan otros temores. El primero, que el jefe del Gobierno, Pedro Sánchez, aproveche para convocar antes de que el partido pueda recuperarse. “Siempre ha sido muy audaz para aprovechar las ocasiones”, apuntan varios miembros de la bancada. Aunque otros no creen que el socialista sea capaz de tanto. “Tien que cumplir el calendario de reformas para los fondos y Bruselas no lo vería bien”, apunta otra diputada. Pero el debate y la incertidumbre están ahí. El otro miedo es que la guerra interna rompe el círculo virtuoso de victorias que iba a llevar a Casado al Palacio de la Moncloa. “Antes el plan era posible, ahora no lo sé”, reflexionó una diputada.