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Cinco días después de que estallara la grave crisis del Partido Popular, el presidente de los populares en Castilla-La Mancha, Paco Núñez, ha tenido que hacer frente a las preguntas de los periodistas de la región para hablar de una situación sobre la que hasta ahora habia guardado silencio. Lo ha hecho en el Palacio de Fuensalida, sede del Gobierno regional, tras reunirse con Emiliano García-Page para hablar sobre financiación autónoma. Sonriente y abierto a todo tipo de preguntas, Núñez ha llegado con el guion arendido y ha eludido decantarse por Isabel Díaz Ayuso o Pablo Casado. “No es el marco ideal para hablar de este asunto, pero los hechos me obligan y lo haré”. Y ha comenzado a reconocer que la situación que vive su partido es “extremadamente complicada” y que no se lo merecen los votantes, los militantes, ni los cargos que están dando la cara a diario con tanto esfuerzo para que “el PP siga siendo una alternativa al sanchismo”.
Aunque no se ha posicionado, Núñez sí ha pedido a la dirección nacional de su partido que ponga fin de “forma inmediata” a esta crisis. “No es momento de personalismos; la solución tiene que llegar, ser inmediata, urgente”, ha dicho.
También ha revelado que este fin de semana ha mantenido conversaciones, que no ha querido revelar, con Pablo Casado, Isabel Díaz Ayuso y con el resto de líderes autonómicos del partido en todos los territorios. Y, por último, se ha mostrado confiado en encontrar la solución. “Tengo mucha esperanza”, ha dicho.
