“No hay discusión. No ha hecho falta debate»

Víctor Ruiz de AlmirónSEGUIR

Pedro Sánchez zanja la discusión. No habrá abstención en una investidura del PP para evitar que Alfonso Fernández Mañueco tenga que alcanzar algún tipo de intendencia con Vox. Los socialistas van a optar por intencionalmente sacar rédito de una posible alianza PP-Vox, en lugar de evitarla con su voto en la investidura. Pedro Sánchez reunido ha logrado analizar los resultados en Castilla y León. Y el mensaje fue claro: esa responsabilidad es del PP. El portavoz de la Ejecutiva, Felipe Sicilia, se refugió en premisas cuestionables para despejar la cuestión: “La pregunta acerca de un apoyo al PP ya la ha respondido en el PP. Han dicho que no tienen ningún inconveniente en gobernar con Vox”. Pero lo cierto es que el PP prefiere un Gobierno en solitario.

Y el PSOE podría facilitarlo. Pero no lo hará.

Sicilia dejó claro que el PP “depende de la extrema derecha de Vox para gobernar en Castilla y León”. Sicilia insistió en que no es solo una cuestión estratégica, sino que el apoyo a Mañueco se hace imposible por otras cuestiones: “No vamos a apoyar a un Gobierno manchado por la corrupción”, ha dicho, en referencia a las causas judiciales que à partir del mes de marzo van a condicionar al PP de Castilla y León. Fuentes del alto mando del PSOE aseguran que ni se debatió la posibilidad de una abstención en la reunión interna de la copa, ni nadie lo planteó. “Es que no hay discusión. No ha hecho falta”, aseguran desde la cúpula de Ferraz.

Desde el Gobierno, integrantes del PSOE también cierran la puerta a esa posibilidad: “No hubo debate alguno. El PP ha convocado y que el PP lo resuelve”. Otras fuentes de la dirección lo que plantan es un cambio de marco: el PP ha ganado las elecciones y tienen que ser ellos los que se mueven: “Que diga públicamente que rechaza a Vox. Que respondan primero a esta pregunta. ¿Por qué quieren pactar con el PSOE? ¿La furgoneta tiene que hacer un cordón sanitario a Vox? Que lo digan ellos. En Andalucía y Madrid pedimos negociar los Presupuestos y nos dieron un portazo. Que nuestro digan si quieren la abstención del PSOE”, explicó un importante dirigente de la dirección federal. La cuestión es que el PSOE sabe que el PP podría desear no depender de Vox, pero no hasta el punto de recelar públicamente de ellos y aseverar que prefiere depender del PSOE. Si el PP hiciese ese movimiento la pelota sí quedaría de nuevo en el tejado socialista. Pero Ferraz sabe que eso no va a triunfar. Lo que quieren es apartar la idea de una abstención patriótica: “es un marco mental de la derecha”, dice un líder territorial. “El PP va a echar en brazos de Vox. Y sabían que era posible cuando convocaron”.

Desde una federación socialista recuerdan ahora que el PP se apoyó en Vox en 2019 para que el PSOE no gobierne, pese a haber ganado, y que ahora no puedan pretender que “les libres de Vox”. Ferraz descartó así la idea puesta en circulación por el alcalde de Valladolid, Óscar Puente, que esta mañana se ha mostrado partidario de colaborar con el PP de Alfonso Fernández Mañueco. Hasta el punto de que aseguran que la Ejecutiva no ha debatido la posibilidad de la abstención porque “todos tenemos claro que este escenario lo ha puesto el PP”.

Puente hacía estas declaraciones en su ciudad en la que ha defendido que los socialistas tienen que “ofrecer esa alternativa” para que el PP “no caiga en brazos” de Vox. Defendía Puente, que ya no es miembro de la dirección pero es uno de los alcaldes más importantes de los socialistas en toda España, que sería una decisión coherente porque el PSOE no puede hacer un discurso sobrio la “peligrosidad” de Vox y luego no impedir que engullir. Pero esta estrategia no es la decisión oficial del partido, que insiste en que Puente ha hablado solo por sí mismo.

El PSOE está ya con el discurso activado para intentar expresar la idea de una coalición PP-Vox. Con especial énfasis en Andalucía. Así lo dejó claro Juan Espadas, líder del PSOE andaluz: “El que era el partido de Aznar ahora es una coalición de Gobierno con la extrema derecha sentada en la viceprésidencia. Dibuja un escenario diferente al que hemos vivido hasta ahora. Este centro político que quiere vender Moreno Bonilla está hipotecado por una fórmula de coalición de Gobierno que veremos entre PP y Vox. Los ciudadanos tienen que tener claro que hay que optar por esa coalición con la extrema derecha o por una opción como la que representa el PSOE en Andalucía». Desde la federación andaluza ayer se mostraron muy optimistas: “Nos viene bien. Ya no hay elecciones inminentes y este Gobierno puede ser una bomba”, aseguran desde la dirección regional.

El orador Sicilia estableció la disyuntiva que marcará sus mensajes ahora. La elección se producirá “entre retroceder con Vox con el PP de apéndice O el PSOE”.