“No entiendo que mi contagio de coronavirus valga menos que el de otro médico”

Toni JiménezSEGUIR

“Me contagé viendo a un paciente la semana del 8 de marzo de 2020, después de estar en la consulta todos los días sin protección. Estuve 23 días encerrado en veinte metros cuadrados. No había PCR como ahora. ¿Vale 4.500 euros? Me parece un escándalo cuando otro mismo juez en Alicante ha condenado a pagar indemnizaciones de casi 50.000. La diferencia es abismal. No entiendo que mi contagio valga menos que el de otro médico”.

Es el testimonio de EM, un médico de familia que ejerce desde hace décadas en un centro de salud del área metropolitana de Valencia y que prefiere custodiar el anonimato. Si este es también el caso de los 106 trabajadores profesionales en el caso del Juzgado de la Social número 10 de la capital del Turia, se ha estimado parcialmente sobre la demanda contra la Generalitat que preside Ximo Puig por la pérdida de equipos de protección durante la primera ola del coronavirus.

el primer ejecutivo autonómico que tendrá que hacer frente a cuant Serás económicas por daños y perjuicios laborales en medio del caos que desató la pandemia, según los tres fallos judiciales publicados hasta la fecha. In su conjunto superan los dos millones y medio de euros, pero la cifra final podría alcanzar los tres millones, a la espera de lo que determinen los juzgados de Elche y Castellón, a los que han recurrido 30 y 61 facultativos, respectivamente.

La sentencia de Alicante fue el punto de partida y el escrito que el Sindicato Médico CESM-CV quiere que el resto tomen como referencia, por lo que recurrirán. No serán los únicos. Ximo Puig ha confirmado en varias ocasiones que perjudicará el “interés general” de la ciudadania. «Es, puramente, un tema de dinero», lamentó el profesional que espera en ABC.

“Ellos dicen que nos piden perdón y cuando pides perdón es porque te has equivocado, por eso no entiendo que ahora digan que van a recurrir. De hecho, han reconocido que no necesitan medios. Se aprovechan mucho de queremos a nuestros pacientes y de que luchamos por una sanidad pública de calidad. Yo me voy a casa y no me olvido de mis pacientes, los llevo en mi cabeza y sigo vueltas de lo que les pasa”, apunta.

De hecho, la ofensiva es el final del juego. La organización sindical ha abierto una convocatoria hasta finales de marzo para cualquier profesional se sume a la nueva demanda colectiva que preparan con el mismo objetivo.

La sentencia del Juzgado de lo Social número 5 de la capital Alicante obliga a la Conselleria de Sanidad a suscribir 154 médicos diferentes según el importe según el grado de afectación: 5.000 euros para los profesionales que fueron forzados a trabajar sin elementos de protección adecuados ; 15,000 para quienes fueron objeto de aislamiento por contacto con afectados de coronavirus; 35,000 para los que se contagiaron pero no precisaron un ingreso hospitalario; y 49.180 euros por cada uno de los contagiados que sí que estuvieron hospitalizados.

Otra magistrada de Benidorm rebajó esas pujas de 2.000, 3.000, 4.000 y 6.000 euros, respectivamente, por otros 57 sanitarios. Un homónimo en Valencia, sin embargo, no hizo distinciones: todos los demandantes recibirán 4.500 euros pesa a que sus situaciones también son dispares.

Mismos hechos, distintas condenas

Por tanto, se cuentan ya tres distintos para los mismos hechos probados: Sanidad dejó que los profesionales -“que continuaron desempeñando su función en todo momento” pese al “grave riesgo”- se enfrentarán a la nueva infección sin protección porque “no se había hecho acopio suficiente” del material, ni se ofreció formación hasta más tarde. Dos factores que contribuyen a la alta incidencia entre el colectivo. «Algunos compañeros desaparecidos», recuerda uno de los demandees.

“Se les llegó a proporcionar una mascarilla quirúrgica para varios días oa lo sumo una por día en los servicios en los que existía un riesgo mayor, concretamente en Urgencias. Las mascarillas FFP2 se encontraron bajo llave y solo fueron suministradas en casos contados. Los facultativos tampoco disponían de guantes ni de batas”, indica la sentencia del juzgado de Valencia.

“Vino muy grande. No teniamos nada. En las sociedades occidentales estamos más al día en enfermedades cardiovasculares o oncológicas, pero no en las infecciosas. Nuestro pilló desprotegido y eso la Conselleria de Sanidad, como una empresa que es, debería haberlo tenido en cuenta. Es como si un bombero fuera a apagar un incendio sin un traje ignífugo, sin casco y sin camión y yo le dijera: “Si te quemas, te quemas”. Él me diría: «Pues ponte tú», ejemplifica este médico de familia, que no entiende la diferencia de criterio entre jueces.

“¿Por qué en tres juzgados cada juez ha abordado el tema de diferente manera? Habría que preguntarles si han tenido presiones. Otras resoluciones en materia de restricciones, por ejemplo, huelen a política más que a criterios científicos. Quiero saber cómo resuelve esto el Tribunal Superior de Justicia”, sostiene EM

El doctor aprovecha, además, para lanzar un mensaje “La Atención Primaria ha sido la gran olvidada. Estamos excesivamente quemados y mermados. Tenemos que tratar cada día muchas otras enfermedades que no son el covid, sin contar las secuelas de no haber atendido algunas patologías pendientes de la pandemia”.

Pero el problema viene de base. “No hay diferencias entre un sanitario y un medico. Se puede contratar a seis mil sanitarios -en referencia al anuncio de la Generalitat-, pero de ellos, ¿cuántos son médicos? Los formamos muy bien aquí para que se vayan fuera buscando mejores condiciones, porque en España están abocados a encadenar contratos. Y ya estamos teniendo carencias, tanto en los centros de salud como en los SAMU”, advierte.