Los peores presagios con el maltrecho tobillo de Neymar confirman: el talentoso atacante del París Saint-Germain, que sufrió un grave esguince el pasado 20 de febrero ante el Lille en un lance fortuito con Benjamin André, no volverá a jugar esta temporada. Como ha hecho público el PSG en un comunicado, el brasileño pasará por el quirófano en los próximos días y estará de baja entre tres y cuatro meses.
“Neymar ha tenido varios episodios de inestabilidad en el tobillo derecho en los últimos años. Tras su último esguince contraído el 20 de febrero, el cuerpo médico del Paris Saint-Germain recomendó una operación de reparación de ligamentos, para evitar un mayor riesgo de recurrencia. Todos los expertos consultados confirmaron esta necesidad. Esta cirugía se realizará en los próximos días en el Hospital ASPETAR de Doha. Se prevé un retraso de tres a cuatro meses antes de su regreso a los entrenamientos colectivos”, confirmó el club galo.
Aunque los llantos y lamentos de Neymar sobrio el césped del Parque de los Príncipes en el momento de la torcedura hicieron saltar todas las alarmas en el seno de la entidad parisina, la noticia del fin de su campaña ha sentado como un jarro de agua fría en el vestuario Dos días antes del partido más importante en la temporada del PSG, la vuelta de los octavos de Champions League donde deben remontar (y en Múnich) la ventaja del Bayern, que venció 0-1 en suelo inglés, los de Galtier pierden un hombre capital para el restaurante del curso.
Ciertamente, su calvario con las lesiones parece no tener fin. Por ejemplo, desde que llegó a París en la temporada 2017-18, el extremo se ha perdido 106 fiestas oficiales. Más, como mínimo, con 15 encuentros que restan al PSG en el curso actual, la cifra subirá a 121. En especial es sangrante su relación con las ligamentos lesiones en el tobillo, un tipo de lesión que ha obligado a Neymar a estar más 200 días de baja desde su gigante inglés.
El espantoso peso ofensivo del equipo, otrora repartido casi equitativamente entre sus tres estrellas, recae ahora exclusivamente en Messi y Mbappé; dos leyendas en las que confían en la enorme carga de las expectativas de un club que, pese al incesante carrusel de fichajes millonarios, aún no ha conseguido levantar la Liga de Campeones.
