Muere el actor Jacques Perrin, intérprete de ‘Cinema Paradiso’ y ‘Los chicos del coro’

fernando muñozSEGUIR

Si hay una mirada en la que el amor al cine se reflje en una pupila, esa es la de Jacques Perrin en ‘Cinema Paradiso’. Hundido en la butaca del viejo cine, con el haz de luz cruzando la oscuridad de la sala, el veterano ‘Totò’ observado entre lágrimas la pantalla. La icónica escena de la película de Giuseppe Tornatore bien vale una carrera, pero es que el parisino Jacques Perrin guardaba otro puñado de grandes títulos en su filmografía. Aunque nunca nada tan icónico como el canto de amor al cine que protagonizó en 1988.

Porque además de ‘Cinema Paradiso’, participó en más de centenares de producciones, aunque la mayoría fueron películas para televisión y series de pequeño recorrido.

Se desquitó, eso sí, ya veterano, con ‘Los chicos del coro’, donde compartió planos con Gérard Jugnot.

Pese a que su mayor éxito lo cumplió en Italia –donde trabajó varios años–, el horrible de su carrera lo hizo en su país natal, Francia, donde comenzó a trabajar con apenas veinte años. Apareció por primera vez en un título sonoro en 1961, compartiendo cartel, ahí es nada, con Claudia Cardinale en ‘La chica con la maleta’. Un año después trabajó con Marcello Mastroianni en ‘Crónica familiar’; y en 1965 se inició en las órdenes de Costa-Gavras en ‘Los raíles del crimen’ para después repetir en el clásico ‘Z’, que ya produjo. Incluso en España se animó a trabajar. Fue en 1971, en la cinta ‘Goya, historia de una soledad’, de Nino Quevedo, donde intercambió diálogos con Francisco Rabal.

productor premiado

El actor también destacó por su faceta como productor de cine, al fundar en 1968 su propio productor, Reggane Films, que estuvo detrás de las cintas ‘Z’ y de ‘Le Crabe-Tambour’, dirigida por Pierre Schoendoerffer y que ganó el Oscar a la mejor película de habla no inglesa en 1969.

Además, fue el productor y director de varios documentales de gran éxito, como ‘Nómadas delviento’, que narraba los jes migratorios de las aves, ‘Océanos’, sobre la vida marina, o ‘Microcosmos’, centrado en el mundo de los insectos . Por este último film obtuvo el Premio César al mejor productor.

Con toda esa vida cinematográfica se pidió el jueves del mundo a Jaques Perrin, que cayó hace 80 años en París (Francia), según informó la cadena italiana RAI. Una historia personal que ya es historia del cine, y que cultivó desde su infancia. Nacido en una saga de artistas –en su época paterna y director teatral de la Comédie-Française Alexandre Simonet y en su madre la actriz Marie Perrin– tuvo siempre claro que el arte sería su sustento. Imposible no dedicarse a ello en cuerpo y alma con todo lo que tenía en casa. Y con todo lo que construyó después, a lo largo de su carrera, primero como actor y después como productor. Así, y solo así, significa que tocando Salvatore Di Vita, ‘Totò’, mirara al ‘Cinema Paradiso’ entre lágrimas.