“Mi perro Spyke tiene mucho carácter y no asimila que es pequeño”

Lola González es coreógrafa y directora artística. Comenzó su andadura profesional de la mano del coreógrafo Bob Niko, su pareja. Años más tarde, completó sus estudios en Nueva York y en la conocida escuela PineApple Studio de Londres. Entre 2008 y 2011 fue director del programa ‘Fama, ¡a bailar!’. Lola cuenta con una dilatada carrera profesional llena de éxitos y es en la actualidad la directora de IDance, una de las escuelas de danza más destacadas de Madrid. Además, ha sido la asesora de bailarines en el último certamen del ‘Benidorm Fest’.

—Spyke vive desde hace ocho años en el hogar de Lola. ¿Recuerda cómo fue aquel primer encuentro?

—Era preciosa. Pero nos sorprendió con su actitud porque lo primero que hizo fue entrar en la cocina y no quería salir. Lo intentábamos y lloraba. Era el sitio que había elegido para vivir, pero con el tiempo se le pasó. Es muy inteligente y entiende perfectamente las cosas que le digo. Skype, llenó la casa de alegría y ahora no concibo el día a día sin él.

—Tiene cara de viaje. ¿Ha sido fácil su educación?

—(Risas). Todos los perros tienen debilidad por algun miembro de la familia. Yo he sido la elegida. Soy la que le consiente, la que le mima, le lleva a los médicos… Pero el que le ha educado ha sido Bob, mi marido. Spyke tiene mucho carácter y no tiene asimilado que es pequeño. No le imponen los perros grandes y hay veces que les gruñe.

—¿Cómo ha influido Spyke en la vida de sus hijos?

—Compartir con animales durante el crecimiento de los niños, es sumar. Aprenden a darse cuenta de que no son juguetes. En mi casa siempre hemos tenido todo tipo de animales: patos, conejos, ocas….

—Hace quince años puso en marcha la escuela de baile IDance. ¿Cómo ha evolucionado la danza?

—Desde que hicimos el programa de ‘Fama’, se empezó a reconocer lo que había detrás, la coreografía y los diferentes estilos: clásico, contemporáneo, lírico…. El baile ha cambiado como lo ha hecho la sociedad.

—¿’Fama’ supuso un antes y un después?

—Creo que sí. Se acerca el baile a la gente. Todo el mundo se dio cuenta que puede bailar. Que hay más estilos que el ballet clásico, y que se pueden aprender y disfrutarlos. La música también ha evolucionado y para cada estilo de baile también hay un estilo de música.

—Echamos de menos un programa como ‘Fama’. ¿Qué les dirían a las televisiones para que pusieran en marcha un nuevo programa como aquel?

—Estaría muy bien. Yo tengo en mi escuela bailarines que llegaron a bailar por ‘Fama’ y viven del baile. Ojalá alguna televisión apostara por este tipo de formato, porque es muy beneficiosa y se aprende mucho desde dentro y desde fuera.

—Cuando la gente acude a su escuela, ¿llegan con una idea determinada de estilo de baile?

—En la escuela impartimos muchos estilos: contemporáneo, urbano, salsa, clappé… Cada año crece la demanda por aprender y practicar algún tipo de baile.

—¿Cree que las escuelas de baile también se han convertido en un espacio para socializar?

-Si. Además de las clases, la gente queda para ir al cine o para ver un espectáculo de baile juntos. También van a exposiciones o simplemente quedan para tomar algo y charlar. El baile ayuda a socializar cien por cien. Además, trabajar en equipo les hace ser más generosos.

—¿Se puede impartir clases de baile en los colegios?

—Yo he trabajado en alguna ocasión con colegios y cuando son pequeñitos, les encanta. Escuchan la música y bailan… El comportamiento cambia en diferentes edades, pero en muchos casos les ayuda a romper barreras.

—Tien un hijo y una hija. ¿Han seguido sus pasos?

—Mi hijo ha elegido otro camino, pero mi hija ya está metida de lleno. Ella baila, canta y ha participado en el último espectáculo que hemos hecho en el Circo Price. Creo que esta es su vida. Además, tu talento.

—¿Proximos proyectos?

—Él asesorado en la puesta en escena a los artistas que se han presentado en el certamen del Benidorm Fest. Pero en estos momentos una de mis prioridades es el festival que hacemos en la escuela a Course Finals.