Más becas y menos tasas para convertir a la Universidad en “polo de atracción” de jóvenes de todo el mundo

“La Universidad tiene que ser una de las palancas para generar oportunidades en esta tierra; ha de ser un polo de atracción de estudiantes de todos los lugares del mundo», destacó ayer el presidente de Castilla y León, Alfonso Fernández Mañueco, nada más comenzar su discurso en la apertura oficial del curso académico, que en esta ocasión tuvo lugar en el paraninfo de la Universidad de Valladolid. Allí, declaró la intención del Ejecutivo que preside ser “aún más ambicioso” en materia educativa con el propósito de continuar siendo “referentes del conocimiento universal” como lo fuimos en diferentes episodios de la Historia: “Se lo debemos a quienes nos han precedido».

“Estoy decidido a que ésta sea la legislatura del talento”, prosiguió el presidente, apuntando la intención del Gobierno regional de continuar “bajando tasas, impulsando campus, creando las mejores condiciones para los investigadores, apostando por la fluidz Universidad-Empresa y sousando becas «. Este último aspecto ocupó uno de sus primeros anuncios, ya que adelantó la intención del Ejecutivo de duplicar las becas universitarias para alcanzar los 20.000 alumnos ampliando los requisitos. Así, concretó que tendrán acceso a estos apoyos los estudiantes con renta familiar de menos de 36.000 euros en lugar de los 21.000 euros actuales.

Un ecosistema propio

A esta “potente política de becas” sumó otras iniciativas que pretenden poner en marcha el Gobierno regional, como la nueva línea de ayudas Andrés Laguna -en honor al importante médico humanista segoviano-, que dotan con seis millones con la intención de emborarar investigadores” excelentes” y “alto impacto en nuestras universidades y centros de investigación”. Recogía así en cierta manera el guante lanzado minutos antes por el rector de la Universidad de Valladolid. Antonio Largo Cabrerizo, quien como anfitrión habló en varias de las instituciones académicas allí presentes (las cuatro públicas y las privadas). “Necesitamos captar y retener talento”, sostuvo el superior de la UVA, quien recurrió un símil deportivo para enentar a las autoridades a “fomentar la cantera” y “poner especial énfasis en ofrecer suficientes contratos de investigación para los jóvenes” con el fin de que, tras conseguir su acreditación, “puedan estabilizarse en nuestras plantillas”, las as recordó que necesitan rejuvenecerse.

“Generar un ecosistema propicio a la investigación es esencial para el presente y futuro de Castilla y León”, coincidió Mañueco, recordando que la Junta acaba de impulsar la contratación de 80 técnicos de apoyo y “en los próximos meses se materializará” la incorporación de 90 investigadores predoctorales.

Insistió también en la necesidad de fomentar la igualdad en el acceso a la universidad, algo qu’consideró difícil de alcanzar hasta no tener una Ebau única, pero que desde el Gobierno de Castilla y León continuará siempre a través de otros medios, como una política de bajada de tasas. En este sentido, recordó que la Junta fraccionó situar el pasado año los precios públicos de las primeras matrículas de grado y máster “en niveles de hace una década” y este curso, “por primera vez en la historia”, las primeras matrículas de másteres calificando bajarán a nivel de las de grado, “con un ahorro de 370 euros respecto al curso anterior”.

Una línea que “se preservará en el futuro” con la idea de situar las tasas de los universitarios estudios de grado de las más bajas de España: empezará ya en el decreto de precios públicos para el curso 2023-2024”. Para él, adelantó también la intención de reducir las tasas de las primeras matrículas de másteres non habilitantes, “la puerta de entrada a la carrera investigadora”. En última instancia, aseveró la apuesta del Gobierno por seguir fortaleciendo también la vinculación entre las universidades y el tejido productivo, así como los campus, algo en lo que había insistido de manera previa el rector Largo Cabrerizo, quien también provechó la ocasión para reclamar una vez más “financiamiento adecuado”.

El acto, rodeado del empaque habitual, comenzó con un paseíllo de las autoridades desde el Palacio Santa Cruz hasta el edificio histórico de la Universidad. Antes de intervenir los aludidos, el profesor Anastasio Ovejero pronunció la lección inaugural y entregó el Premio Consejo Social 2022 a la doctora María José Cocero Alonso, catedrática de Ingeniería Química.