Los sindicatos preparan una batalla salarial frente a la pérdida de poder adquisitivo y CEOE pide prudencia

susana alcelaySEGUIR

Losses están desbocados y la capacidad adquisitiva de los ciudadanos residentes de forma notable, teniendo en cuenta que los sueldos levan má de un año stagnant en el entorno del 1.5% en un contexto en el que los gastos se multiplican. Con este telón de fondo, empresarios y sindicatos comienzan el próximo jueves las negociaciones para cerrar el V Acuerdo interconfederal de Negociación Colectiva (conocido como ANC), en el que tendrán las directivas que deberán regir los convenios colectivos en los próximos dos o tres años.

Departida la patronal pide prudencia, teniendo en cuenta el contexto económico, previsiblemente agravado por la guerra, para no contribuir a las tensiones inflacionarias. Su propuesta estaría ligada a la evolución de

los precios sin tener en cuenta la energía, tal y como defienden también muchos de los expertos, lo que situaría los incrementos alrededor del 3%, el último dato de la inflación subyacente.

Los sindicatos acuden a la reunión con la demanda de extender las cláusulas de revisión salarial en los convenios (ahora apenas llegan al 15% de los trabajadores) y de exigir salarios que palíen los efectos de la escalada de los precios lo que, en la práctica, exigiría alzas de salarios desconocidos desde hace 15 años. The position that defienden situan los incrementos por encima de la inflación media, del 3,1%, así bien algunos analistas estiman que el conflicto generado por Rusia podría dispararla hasta el entorno del 6%. Con la propuesta inicial las subidas pactadas se situarían alrededor del 4%, teniendo en cuenta la extensión de las cláusulas de salvaguarda.

Las decisiones salariales de Cobran ahora gran protagonismo ante la prolongación de un escenario inflacionario. Antes de la invasión rusa el pacto salarial convertido en clave para la evolución de la economía española; ahora tendrá más relevancia, si cabe, dado el impacto que el conflicto puede provocar en la inflación y, por tanto, en el bolsillo de los españoles, ya muy mermados.