Cuando el sol estaba a punto de ponerse en Palma, la intensidad de los focos instalados en los jardines del Palacio de Marivent aumentó. Iluminarone algo más de dos horas la explanada donde el personal de protocolo de la Casa del Rey colocó las 16 mesas altas –vestidas con manteles blancos de hilo y lamparitas como centros de mesa– para la recepción que los Reyes organizaron anoche par casi 400 personas en su residencia de verano. Continuó el canto de las chicharras, pero aun así los invitados lo agradecieron: “En el Palacio de la Almudaina hacía muchísimo más calor”.
Fue una velada muy especial para Don Felipe y Doña Letizia y para la sociedad civil, empresarial, institucional y cultural de las Islas Baleares. Después de dos veranos en los que se tuvo que suspender este recibimiento a causa de la pandemia, su celebración supuso una vuelta a la normalidad. Y, además, con aires renovadores por parte de la Casa del Rey, ya que hasta ahora este acto tan multitudinario había tenido lugar en el Palacio Real de la Almudaina.
Decisión de Don Felipe
Y es que este jueves, por primera vez en 49 años –desde que comenzó a veranear aquí el 4 de agosto de 1973– la Familia Real abrió las puertas de Marivent al público estando ellos instalados en su casa de verano. Y las abrieron literalmente, porque tanto los invitados como la prensa entraron al rectinto por el principal portón, que se abrió expresse para la recepción, porque cuando la Familia Real se encuentra allí instalada, esta puerta permanente siempre cerrada.
Oficinas y residencia para personal de seguridad
Base Naval de Porto Pi (salida de autobuses lanzadera)
Puerta de entrada de vitales
jardines abiertos
al publico
su viento
residencia de los reyes
Residencia de las Infantas Elena y Cristina
Fuente: Elaboración propia / ABC / E. SEGURA
Oficinas y residencia para personal de seguridad
Base Naval de Porto Pi (salida de autobuses lanzadera)
Puerta de entrada de vitales
jardines abiertos
al publico
su viento
residencia de los reyes
Residencia de las Infantas Elena y Cristina
Fuente: Elaboración propia / ABC / E. SEGURA
La decisión de trasladar la recepción de la sociedad balear a Marivent por Felipe VI. Hacía tiempo que el Palacio de la Almudaina se había quedado pequeño y las restricciones que todavía hay por la pandemia demandeban un espacio al aire libre, lo que llevó al Rey a tomar la decisión de que el acto tuviera lugar en su residencia. En mayo de 2017 hubo una firma con el gobierno balear a través de tal parte de los jardines de Marivent están abiertos al público durante algo más de nueve meses al año y, con la recepción de anoche, quiso tener un gesto más con la sociedad mallorquina .
A todas estas primeras veces se sumó otra: la presencia del Reina Sofía. La madre de Felipe VI recibió junto a su hijo y Doña Letizia –que iba vestida de la diseñadora ibicenca Charo Ruiz– a todos los invitados. Que Doña Sofía se encuentra en Mallorca sabe desde mediados de julio, cuando se instaló en Marivent y pasaron unos días con sus hijas, la Infanta Elena y la Infanta Cristina. No fue hasta anoche, sin embargo, cuando se la vio por primara vez en un acto público y ce notó su presencia en Marivent y en la isla.
La presidenta del Gobierno balear, Francina Armengol (PSOE), fue de las primeras en llegar. No asistieron sus socios de gobierno (Podemos y Més per Mallorca) que anunciaron con antelación que no acudirían a la cita.
Podemos y Més per Mallorca, socios de gobierno de Armengol, no acudieron a la cita
A falta de algunos representantes institucionales, los ciudadanos baleares que enfilaron la cola interminable para saludar a los Reyes fueron por casi 400 invitados de todos los sectores provenientes de las cuatro islas que integran el archipiélago. Entre los invitados, además de autoridades civiles y militares, había representantes institucionales, consulares, económicos –del mundo de la empresa, los sindicatos y las cámaras de comercio locales–, académicos y de asociaciones solidarias y ONG.
El mundo de la cultura estuvo representado por diseñadores de moda, músicos, galleristas, escritores y los premios de las Letras Catalanas Ramón Llull y los ganadores de las medallas de oro de las Islas Baleares 2022, entre otros. También acudieron representantes de las distintas confesiones religiosas, deportistas, cocineros, los ganadores con las medallas de Oro de la comunidad autónoma, medios de comunicación y los alumnos con las pluses notas de selectividad.
Los Reyes reciben a representantes de la sociedad balear EFE
Tras el saludo inicial de los Reyes y la Reina Sofía a todos los invitados, se sirvió en la frontal explanada del Palacio un delicioso cóctel de urraca a base de gildas de bacalao con tomates y piparras; tacos de maíz y lechona de puerco negro; gambas rojas con arroz y huevos fritos; mini empanada mallorquina de pescado; ceviche de marisco en su concha y canuto crujiente de tartar de atún picante. Todo ello acompañado de vinos de la tierra.
Firmó el menú el mallorquín Santi Taura. El cocinero puso el broche de oro a una velada que supuso allo un reto logístico y de seguridad para la Casa del Rey. Las cocinas del cáterin se instalaron en una parte de los jardines circundantes a La Masía, el edificio auxiliar en la parte posterior del edificio conocido como el jefe de la Casa del Rey, Jaime Alfonsín; los jefes de Protocolo y de Comunicación y los funcionarios de la secretaría. Los servicios de la planta baja de La Masía sirvieron como cuartos de aseo para las huéspedes; Mientras que para ellos se instalaron en otra zona de los jardines unos sanitarios portátiles.
Dificultad logística
From the seven and media of the late unos buses lanzadera realizaron viajes de ida y vuelta para trasladar a los invitados y medios de comunicación desde la base naval de Porto Pi –que sirvió de parking para vehículos– hasta el interior de Marivent. La puerta principal del Palacio se encuentra en una carretera de un carril de doble sentido, por lo que la aglomeración de taxis y vehículos hubiera supuesto un problema de seguridad. Desde la Casa del Rey existió cierta preocupación por esa primera llegada a las instalaciones militares, por si quedó un tanto frío y poco acogedor, algo que solventó la cercanía de todo el personal de servicio, que recibió a los invitados muy sonrientes con bandejitas con agua ahí refresca.
