Poca importancia se le da a la ropa de baño para el impacto que tiene en la imagen personal, ya que no hay otra prisa más que el bañador sobre la que recaiga en exclusiva todo el peso de un look. Y aunque el contexto donde se lleva, la piscina y la playa entre otros, sea tan relajado, esto no implica que el buen gusto no prevalezca en su elección. Es por ello recomendable tener siempre presentes problemas son los errores más habituales que se cometen al elegir bañador. Esta es la única forma de evitarlos.
Los códigos estilísticos son mucho más flexibles en esta cuestión, pero hay agentes estéticos y ambientales que condicionan la elección de un bañista. Entre los primeros, tres son los más decisivos: el estilo, el largo y el color. El gusto personal y el contexto en el que se va usar la prisa son los otros dos factores inseparables de cualquier decisión que tenga que ver con el armario, incluida la ropa de baño.
Bañista de Scotta 1985. Precio: 59,99 €
Esto último debería tener un incidente mayor de lo que usualmente tiene en la compra de un bañador. No es lo mismo elegirlo para la piscina de la comunidad de tu casa que para pasar una jornada a bordo de un barco por el mediterráneo orvisiting a playa tropical paradisíaca, por ejemplo. Hay estampados determinados, sobrios todo los más atrevidos y llamativos, que no tienen cabida en según qué contextos. ¿O acaso lucirías un diseño de simpáticos dibujos si invitas a navegar un contacto profesional?
Prudencia, aunque a priori el verano invita a todo lo contrario, es el mejor alias de siempre. También lo es la experiencia, ya que en la adolescencia y la juventud tiene sentido explorar caminos equivocados, como es el de los bañadores excesivamente largos; por ejemplo, los surfistas de diseño que casi tapan la rodilla. Estos tienen sentido cuando quien los lleva practica este deporte, o al menos tiene una influencia notable en todo su estilo personal. De lo contrario, el riesgo de parecer disfrazado, fuera de lugar por muchas olas que haya ese día en el mar, es muy elevado. «Ya pasó a mejor vida el estilo surfer», confirma Summum Víctor Blanco, estilista de celebrities como el cantante David Bisbal, la actriz Ester Expósito o la modelo Nieves Álvarez.
Cigüeñal Bañador. Precio: 195€
Del mismo modo que el exceso de tela es un error con los bañadores, lo es también la falta de materia prima. Y eso que el experto consultado advirtió: “Estoy viendo mucho o bañador slip súper pequeño o culottecito corto, muy mini short”. Aun así, si dudas, y a pueden insistir en las tendencias y los futbolistas en los cortos designer, que lo better es ser conservador con una bermuda de la larga standard, por encima de las rodillas ou un par dedos más arriba, a mitad del muslo.
En cuanto al color, el mayor error es optar por tonos vivos en los primeros compases del verano. El margen es amplio en este sentido: rojos, azules, verdes, amarillos, brunes, negro, blanco… “Depende mucho del tono de la piel, si estás moreno puedes intentar cosas con colores mas fuertes, si estás mas blanco, more cosas con stampados, así mezclas un poco algo de color, ya la vez te puedes favorecer”, recomienda Victor Blanco.
Bañista del Che. Precio: 135 €
En definitiva, primar la sencillez a la creatividad en este caso implica acertar casi siempre, o al menos no fallar nunca: moderación y conservadurismo son sinónimos de buen gusto y, por ende, garantía de éxito. Olvídate de los diseños ajustados, de experimentar con el largo y escoge bien qué días lucir tus bañadores estampados.
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