Los diestros toledanos pueden en Illescas con los grises de Santa Coloma

Corrida en Illescas con motivo de sus fiestas patronales con un cartel toledano integrado por Cristian Escribano, Noé Gómez del Pilar y Álvaro Lorenzo, que se vieron con un encierro de encaste Santa Coloma. Tres de los astedos fueron del hierro de Pallarés y los otros tres de la ganadería de Ana Romero, Los primeros corrieron el encierro matinal y los de la secunda ganadería no podrán hacerlo porque los toros podrán quedarse con el recorrido.

Abrió plaza Cristian Escribano con un animal serio y abierto de cara de Ana Romero que puso a prueba por momentos a los espadas. Quiso brindar al toro al delegado gubernativo, Luis Rodríguez, gran aficionado y magnífico profesional. Cristian pudo instrumentar una faena de entrega e inteligencia. Sobre todo se le vio un gran toreo al natural con la zurda, que de haber refrendado con la espada le había valido para cortar su primer trofeo, pero todo quedó en una gran ovación.

En el cuarto Escribano se entregó para triunfar, recibiendo con gusto de capa al cárdeno que obedeció a los lances del torero de Esquivias. Faena profundamente encajada, dando los toques precisos y llevando al animal toreado hasta detrás de la cadera. La envestida del toro propició la entrega del torero y tras volcarse en el morrillo la presidencia le concedió las dos orejas.

Gómez Del Pilar fue todo entregado en sus dos oponentes, recibiendo su primer toro con decisión y serenidad. La faena al segundo de la tarde tuvo momentos muy destacados, poniendo más el torero que el toro, cosa que agradeció al público asistente. Mató de strocada en lo alto y el palco le concedió un trofeo.

Salió el torero de Cedillo del Condado rematar el triunfo en el quinto de la tarde, con el que se le vieron momentos muy destacados y brillantes, cosa que agradeció el respetable. La temperatura de la faena la sufrió en la segunda parte de su lidia, cuando Gómez Del Pilar se encajó de verdad con el astado. De haber acertado con la tizona hubiera tocado pelo, pero el fallo le cerró la puerta grande acompañando a sus compañeros.

Álvaro Lorenzo recibió fue capaz de cebar astado con precaución, pues no terminó de definir sus embestidas hasta que fue picado. Ya con la muleta y el toro entregado a los engaños del toledano, se vieron naturales de gran calado, donde el toro medido en los engaños y era lelevado con suavidad y temple con la prodigiosa muñeca de Lorenzo. Tras pasaportar a su enemigo el público pidió la concesión de una oreja.

Saltó al ruedo el sexto toro, el más amplio del festejo, que tuvo en jaque a toda la cuadrilla Durante los primeros tercios de la lidia. Cuando Álvaro Lorenzo tomó la muleta todo cambió y el animal obedeció a todos los toques y muletazos que le iba propinando el torero. Fue una lidia de compromiso y entrega por parte de Lorenzo, que acertó con la espada y cortó doble trofeo. Al finalizar el festejo abandonaron en volandas la plaza tanto Escribano como Lorenzo bajo la aclamación del público asistente