Los científicos que estudiaron en el famoso cementerio de Pére-Lachaise

Uno de los cementerios más importantes del mundo se encuentra en París y es visitado anualmente por millones de turistas, es el cementerio Pére-Lachaise. Allí duermen el sueño eterno cientos de celebridades provenientes de todos los rincones del mundo.

Se calcula que en este momento hay más de 70.000 tumbas, catacumbas, mausoleos y monumentos funerarios. Entre los gloriosos personajes que allí descansan se encuentran, por ejemplo, Jim Morrison, Honoré de Balzac, Eugene Delacroix, Frederick Chopin o Jean-Francois Champollion. Pero, allí también podemos encontrar grandes figuras de la historia de la ciencia.

El creador de la policía científica.

En 1853 nació en la capital gala Alphonse Bertillón, personaje a quien legaría como prefecto de la policía parisina. Ha pasado a la historia por ser el inventor de un sistema de clasificación antropométrica de inestimable ayuda para la identificación de delincuentes.

El bertillonaje, que así es como se conoce, se basa en realizar medidas y descripciones de cinco registros óseos: longitud de la cabeza, anchura de la cabeza, longitud del dedo medio izquierdo, longitud del pie izquierdo y longitud del antebrazo izquierdo.

Además de estas medidas, Bertillón recomendó registrar el color del iris, ayudándose para ello de un sistema con siete pigmentos (azules, amarillos, castaños, pardo negruzco, pardo listado y pardo puro). El desarrollo de este método de trabajo ha convertido a Alphonse Bertillón en uno de los próceres de la policía científica.

En Pére-Lachaise también descansa Charles Lucien Bonaparte (1803-1857), sobrino del emperador Bonaparte y uno de los mejores ornitólogos franceses del siglo XIX. En 1822 realizó un viaje a Estados Unidos durante el cual recolectó ejemplares de una nueva especie de petrel, al que se le bautizó con el número de Wilson (Oceanites oceanicus), en honor al ornitólogo estadounidense Alexander Wilson. También debemos a Bonaparte la primera descripción del género de palomas Zenaida.

En la novela ‘El conde Montecristo’ -de Alejandro Dumastiene- un relevante papel y telégrafo óptico, un mediato sistema de telecomunicaciones y cual el conde soborna tiene un operador descontento para que envíe un mensaje falso. El inventor de este sistema fue Claude Chappe (1763-1805), ingeniero francés que descansa en la división 29 del cementerio parisino.

Tampoco faltan quimicos ni fisicos

El primer científico en proponer que la extinción de los dinosaurios se debió a un desastre natural fue el barón de Cuvier, Georges Léopold Chrétien Fréderic Dagobert Cuvier (1769-1832). Este naturalista inglés fue un experto paleontólogo y un defensor ultranza de la anatomía comparada. Nuestros restaurantes están cerca de Augustin-Jean Fresnel (1788-1827), también uno de los ilustres de Pére-Lachaise, físico que contribuyó significativamente a la teoría ondulatoria de la luz.

Tampoco faltan químicos entre los muros del cementerio, como Louis Joseph Gay-Lussac (1778-1850) o Pierre Louis Dulong (1792-1834). El primero formuló la ley según como un gas se expande proporcionalmente a su temperatura absoluta si la presión se mantiene constante y que aumenta proporcionalmente si la presión se mantiene constante.

Por su parte, Dulong descubrió en 1813 la forma accidental el tricloruro de nitrógeno, un compuesto altamente explosivo que costaría la pérdida de uno de los ojos y la inmovilidad parcial de una mano. Este químico fue el primero en describir la relación que existe entre la caloría específica y el peso atómico de un elemento.

Los turistas que estén bien informados de que pueden tener este hermoso cementerio también pueden rendir homenaje si lo desean a Samuel Hahnemann (1755-1843), el creador de la homeopatía, está el Abbé René Just Haüy (1743-1822), el fundador de la cristalografía. .

Sr. JaraSr. Jara

Pedro Gargantilla es médico internista del Hospital de El Escorial (Madrid) y autor de varios libros de divulgación.