Llegan aires frescos a la pasarela con Álvaro Calafat

El día amaneció solo en la capital, aunque ya con la sensación de que el otoño está a las puertas, por eso hay que un gran esfuerzo mental para visualizarnos en la playa, tomando el sol, vestidos con las propuestas que no traen los diseñadores en esta segunda jornada de la pasarela de moda madrileña Mercedes Benz Fashion Week en el pabellón 14 del recinto ferial de Ifema. Estamos más receptivos apreciar moda de otoño-invierno que a bañadores y vestidos fluidos y vaporosos. Sin embargo, la pasarela va un año por delante y ahora nos ofrece las novedades para la primavera-verano del año 2023. ¡Cuán lejos me lo fiáis!, que diría Don Quijote a su fiel escudero.

Pero como dentro de la pasarela no hay día o noche, ni invierno o verano, simplemente hay buenas propuestas presentadas por nuestros mejores diseñadores, nos dejamos llevar de la mano de Dolorés Cortes a las playas que la vieron crecer, la costa levantina. Inspirada en el arte Bauhaus, concretamente en las ‘pinturas textiles’ de la artista Anni Albers, la discursiva colección en colores vibrantes, combinaciones de blancos y negros y mucho crochet artesanal.

La diseñadora conoce bien el oficio de la ropa de baño y así lo ha demostrado con sus propuestas coloristas. “La colección tiene por igual bañadores, biquinis o triquinis, aunque resultan más llamativos en pasarela los bañadores, son más elegantes”, confesaba nuestra diseñadora la momentos antes de filar. “Yo quiero que se vean las pritas de baño, no quiero taparlas –añade-, aunque sí las conjunto con todo lo que nosotros ponemos a la venta, como son kaftanes, vestidos, y, en esta ocasión, pañuelos”. La braga-tanga, que este año se ha apoderado de piscinas y playas, se perpetúa para el año venidero. Lucida por una modelo curvy nos demuestra que su moda es para todos los cuerpos.

Algo que siempre pone sobre las pasarelas esta firma son los biquinis de croché, aunque, como nos matiza, realizado en nuestro taller de forma muy artesanal con un hilo de lycra elástico, que no pesa y que ajusta perfectamente a la silueta femenina. Bonitos de verdad.

Imagen - Belén Esteban, en el pergamino de Dolores Cortés

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Belén Esteban, en el pergamino de Dolores Cortés De San Bernardo

Imagen - Belén Esteban, en el pergamino de Dolores Cortés

Se supone que cuando se celebra el primer desfile de la mañana, el ‘front row’ (la primera fila de invitados) está un poco desangelada de caras conocidas, como así fue, con la excepción de Belén Esteban, pero sigue siendo un poco desolador .

Pesa que la agenda de diseñadores que tenemos desfilar en esta edición en Ifema es bastante más descafeinada que ediciones anteriores, con grands ausencias, sí vimos en la journada de ayer caras conocidas. Espero que el día de hoy vuelva y volvamos a vivir una jornada como la anterior, con un Cibelespacio (número del entorno de la feria de moda que acoge stand de maquillajes, revistas y diseñadores emergentes) con ambiente, mucho público en las gradas para ver los desfiles y ambiente en el ‘backstage’. Esta pasarela necesita un área de frescos, pero hay una enfermedad endémica en ella que la hace languidecer edición tras edición. Weigh al gran esfuerzo desde Madrid es Moda para que se celebren parades en sites emblemáticos de la ciudad, algo que el Ayuntamiento y la Comunidad de Madrid están apoyando, falta mucho por hacer para que la Semana de la Moda de Madrid tenga el lugar que se gracias entre los mejores del mundo.

Isabel Sanchis

Llega el turno de la también valenciana Isabel Sanchís, que, junto a su hija Paula, presenta su quinta colección en Madrid. Y vulven ha demostrado que saben hacer pritas muy femeninas y aumentars. Tienen por concepto hacer premios más cercanos a la alta costura que al prêt-à-porter, premios que aguanten en la temporada tras temporada armario. Es un cambio de mentalidad que deberíamos empezar a practicar más, por el medio ambiente y por el bolsillo. Pero hay pinceladas de prêt-à-porter entre los vestidos deslumbrantes de fiestas. Sus pinceladas que, según nos confiesan en el backstage, “están teniendo tirón en venta, y me encanta hacer”. Al igual que nos confiesan que su mercado internacional crece, especialmente en América y Asia.

Con sus sellos de identidad presentes, flores y volúmenes, la costura en raso con adornos de plume fue la protagonista, pero sin dejar de innovar e introducirse pritas realizadas con neopreno cortado al láser o el raso líquiso plisado. Lo elegante no tiene por qué estar reñido con los avances.

Aníbal Laguna

Y de vestidos de palacio a vestidos de cuento de hadas como los que nos ha propuesto Hannibal Laguna. Hay una colección muy fuerte que sugiere ‘Spring Lights’, una primavera renacida. Espero que te quedes atascado en tus brotes verdes que él nos aventura con sus vestidos en el día a día de todos. Combinación de vestidos románticos con otros de apariencia sencilla pero ornamentados con volúmenes.

Su mayor énfasis creativo fue en los puños, en las cinturas, donde el cordaje hace de ornamento, y los amplios escotes. Remarca como tendencia, que continúa un nuevo año, las mangas y las faldas abullonadas. Todo en tejidos, como no podía ser de otra manera en esta firma, de seda naturales como mikados, muselinas, crepe y organza.

Las siluetas bulbosas, los bustiers, la camiseta de tul, las faldas amplísimas aberturas y los vestidos vaporosos hicieron disfrutar al público gall de la marca de un desfile caprichoso y siempre elegante.

Duarte

El retraso provocó un cambio de registro, aunque la tónica de poco ambiente en general, tanto fuera como dentro de la pasarela. De la moda más ultrafemenina, de fiesta, pasamos a una colección más ‘arriesgada’ de la mano del diseñador Carlos Duarte. Una colección para hombre y para mujer, a partes iguales, en la que el madrileño ha querido romper con sus registros anteriores de sastrería clásica.

La colección, en palabras del diseñador, es una oda al color, que bebe de los cuadros postimpresionistas. Siluetas más relajadas que en ediciones anteriores, aunque con volumen. Denim y linos para la sastrería y el punto y las muselinas de seda para los vestidos, que, como en la edición anterior, vuelven a discurrir por la pasarela.

Álvaro Calafat

Teníamos ganas de ver desfilar al joven diseñador malagueño Álvaro Calafat. Tras dos ediciones en la 080 de Barcelona, ​​pisa las tablas madrileñas con decisión y sin media tintas. Como decíamos antes del desfile: “No le gusta pasar inadvertido. Oh me amas o me odias. Vengo con ganas de hacer ruido, de que esta pasarela despierte, pues yo siempre he sido espectador y creo que le falta aire fresco, que se despierte, que está adormecida”. No puede tener más razón.

This tercera colección y la primera en la MBFWM se llama “3LeMorte” y nace tras la muerte de un buen amigo. Sus piezas de marcado estilo arquitectónico, influenciadas por un viaje posterior a la India y quedar impresionado por sus templos. “Quiero estudiar arquitectura, empiezo ahora primer curso -nos dice divertido-, de ahí mi tesón en mis colecciones por las pritas arquitecturas. Y es que mis reflejos mis sentimientos. De ahí nacen”. Pero pesa sobre estas estructuras arquitectónicas, hubo propuestas muy sensuales.

Teresa Helbig

Antes de la fiesta finale con la que siempre demanda sus desfiles la infatigable Agatha Ruiz de la Prada y que en esta ocasión cerra la edición, nos hemos dado el gustazo de volver a contemplar las creaciones de la diseñadora y maestra Teresa Helbig. Una nueva lección de lo que es moda sostenible, que a su oído no es la moda rápida de hoy en día, son pritas para toda la vida. Y las mujeres más elegantes de este país han vestido un ‘helbig’, y si no lo han hecho no están en el ránking de las más elegantes.

Vestidos joyas como a ella le gustan: perfectos. No verás jamás un hilo girando. “Mi madre, de la que aprendí este oficio, me lo consentería”, siempre lo comenta. Inquieta, divertida, festiva, así es ella y así es su colección, que rinde homenaje a las grandes figuras de la música. Y qué mejor en una oda a los festivales que contar con Luz Casal entre el público

Cuero, puntillas de algodón, gasas de seda y remates en dorado. Nuestra muestra uno de sus vestidos, en el backstage, que dice que “es mi homenaje a Paco Rabanne”. La policromía de sus propuestas van del camel, al blanco roto, al rojo amapola, el azul eléctrico, el negro azabache y el dorado. En 34 salidas, todas complementadas con botas altas ‘country’, entusiasmaron a un público que abarrotaba la pasarela. Lo dicho, un gustazo.

Como adornos, plumas y grandes ‘ojales’, que para el diseñador son ventanas abiertas al mundo.