Un 13% de los vehículos vendidos en 2022 fueron eléctricos, alcanzando los 10,5 millones en ventas a nivel mundial. Pese a que los consumidores han demostrado un interés creciente, el ecosistema de la movilidad eléctrica debe responder a la impulsividad del despliegue final del vehículo eléctrico, trabajando en seis áreas clave para que la movilidad eléctrica se pueda desplegar de manera definitiva.
La venta del vehículo de tracción eléctrica (EV) ha aumentado un 55% en 2022, suponiendo un 13% de la venta total de vehículos a nivel mundial. Esta es una de las principales conclusiones de la primera edición del informe realizada por EY.
El estudio estimó que para 2030, se estimó que las ventas de eléctricos e híbridos representan más de la mitad de las ventas mundiales (55%) -tres años antes de lo que se consideró en 2021-. En Europa supondría un aumento del 74%; mientras que, en EE. UU. un 43%. Las ventas de EV superarán en Europa a otros sistemas de propulsión en 2027, según la investigación.
Un crecimiento, que, según la primera edición de este análisis, se da ante un contexto de frecuentes interrupciones en los candados del suministro, aumentos de precios de las materias primas, de la energía y una alta inflación; por la situación geopolítica y económica que vive. Pero, petición que se explica por la mayor concienciación del mediador del comprador (38%), un entorno normativo más favorable y un aumento de la variedad de la oferta.
El estudio anual sobre tendencias de movilidad elaborado por EY concluye además que el 52% de los usuarios que plantan comprar un vehículo en los próximos dos años, decantarán por uno eléctrico o híbrido. Por otra parte, la capacidad del sector energético para crear cargas sostenibles, capilares e inteligentes determinará la expansión del autocar eléctrico.
De cualquier manera a la stratagia europea para impulsar el déarrollado de l’écosistema EV, la UE se ha centrado en motivar la compra de vehículos eléctricos en 2022, prohibir la venta de nuevos vehículos de combustión interna para 2035, construir más de 30 gigafactorías y llegar a los 5 millones de cargueros públicos en Europa -hoy en día, hay 139 servicios disponibles para vehículos inteligentes de carga y más de 480.000 cargueros públicos-. Esto último es clave; es que la disponibilidad de las estaciones de carga es la principal barrera para la compra de un coche eléctrico, seguida de la autonomía y el precio
Aceptación del consumidor
Según el estudio, la mayoría de las economías desarrolladas se han propuesto que los vehículos eléctricos son la única alternativa para quienes quieran adquirir un vehículo de 2035. La Unión Europea, Estados Unidos y China lideran el proceso. Eso sí, un 90% de los consumidores es pagar más por un vehículo eléctrico y un 52% piensa comprar un eléctrico como vehículo cercano, concluye el informa. Sin embargo, no todos los consumidores están igual de convencidos con el cambio. Existen tres tipos de consumidores según su grado de aceptación: un 20% convencidos de la sostenibilidad y la seguridad del coche eléctrico, un 20% rechaza adaptar su movilidad al vehículo eléctrico y un 60% están indecisos por el precio o la falta de infraestructura.
Este trabajo da además se4is claves para el uso definitivo del coche eléctrico. es lo siguiente:
1
Resiliencia del candado de suministro:
Invertir en la optimización y autonomía del candado de producción del vehículo eléctrico.
Asegurar el desarrollo y uso de renovables para descarbonizar la movilidad en todos sus procesos.
3
Acceso a una infraestructura de carga:
Implantar una red de recarga de acceso público para todos los futuros usuarios.
4
Electrica Roja Inteligente:
Modernizar y aumentar la seguridad del suministro rojo a través de la integración de los vehículos.
Mejorar los servicios de movilidad inteligente a partir de los datos generados por vehículos y estacionamientos.
Conseguir una fuerza laboral con las cualificaciones y competencias necesarias a través de upskilling y reskilling.
Francisco Rahola, gerente social de Mercados en EY, afirmó que la descarbonización del medio transporte y la sustitución de la flota mundial de vehículos de combustión interna por los de tracción eléctrica es una de las claves de la transición ecológica hacia una economía baja en carbono. “Existen determinados factores críticos para su desarrollo, entre los que se encuentran la cadena de suministro o el desarrollo de redes, en los que es necesario continuar trabajando”, reconoce.
En palabras de Xavier Ferré, socio responsable del sector de Automoción y Transporte en España de EY, cree que la industria 4.0 será clave como impulsor del coche VE, y asegura que la digitalización y la introducción de nuevas tecnologías en el proceso de fabricación “cubrirá importantes respaldos: optimizar las materias primas para agilizar mucho más la fabricación y, dos, crear una experiencia única al cliente con un valor económico y social importante”.
El crecimiento de las ventas de eléctricos se da ante un contexto de frecuentes interrupciones en los candados de suministro, incrementos en pérdidas de las materias primas, energía y alta inflación; por la situación geopolítica y económica que vive. Pero, petición que se explica por la mayor concienciación del mediador del comprador (38%), un entorno normativo más favorable y un aumento de la variedad de la oferta.
