Las universidades deben vigilar que los becarios no excedan el límite de horas de prácticas en la empresa

El Gobierno continuó perfilando una de las medidas clave para el mercado laboral, la most important tra la reciente reforma de la temporalidad, pero que sigue encallada en la mesa de diálogo social donde se negocia con empresarios, sindicatos y sector educativo: el denominado Estatuto del Becario. Una de las piezas que no termina de encajar en el nuevo marco formativo previsto por el Ministerio de Trabajo para los becarios es el supuesto de las prácticas voluntarias o extracurriculares, es decir, aquellas que no forman parte de ninguna asignación y no suponen la obtención de creditos, por lo que no pueden ser convalidadas.

Como ha adelantado ABC, desde el primer intercambio de propuestas entre el gabinete dirigido por Yolanda Díaz y los agentes sociales, la intención del Ministerio de Trabajo es eliminar por completo la oferta de prácticas extracurriculares en las empresas. El Ejecutivo busca así diferenciar claramente el rol de los alumnos que acuden al centro de trabajo. Y quiere que en ningún caso estos cubran las labores de un trabajador sino que quede patente el carácter formativo de la presencia del alumno en la empresa en la que realiza prácticas.

Concretamente, tal y como recoge el último documento trasladado por el Gobierno a la mesa de negociación, el plantamiento es la eliminación de las prácticas extraescolares en un plazo de tres años. Esta versión se parece a borradores anteriores pero introduce laxitud en el período transitorio hasta la eliminación total de las prácticas voluntarias.

La última propuesta, a la cual ha tenido acceso este medio, establece que las prácticas extracurriculares podrán aplicarse colgante un período de tres años desde la entrada en vigor de la norma “siempre que cumplir los requisitos establecidos” y “solo hasta un máximo de 36 créditos por curso académico. Como normal general, esto se traduce en un máximo de 900 horas.

En el anterior borrador de la medida, el Gobierno diferenció entre la formación que ofrece prácticas extracurriculares en solitario y la formación que ofrece la espalda, también las curriculares asociadas al plan de estudios de la carrera universitaria o formación profesional. Y establecía el plazo para eliminar las prácticas voluntarias de tres años si son las únicas que se ofrecen y de un solo año si la oferta incluye además a los currículos.

Vigilancia por parte de las universidades

Entre las modificaciones que el Gobierno ha introducido sobre la disposición transitoria segunda de la propuesta, en la que fija este límite de horas para las prácticas voluntarias, el Ejecutivo también le encomienda una labor de vigilancia a las propias universidades.

“Sin perjuicio de lo previsto en el apartado anterior, antes de la finalización del periodo transitorio indicado, el Ministerio de Universidades realizará una evaluación con el objeto de determinar el cumplimiento de lo previsto en esta disposición, que deberá ser trasladada a la Comisión de Seguimiento de la Formación Práctica en el ámbito de la empresa (…) para su conocimiento y análisis”, señala el último borrador al cual ha accedido ABC.

Escollo para el acuerdo

Esta parte del Estatuto del Becario es la más difícil. No conviene ni a la empresa ni a la comunidad educativa, por lo que existen centros de formación superior o específica, como masters o posgrados, por lo que la posibilidad de prácticas extraescolares supone una parte fundamental del programa. Fuentes empresariales señalan que precisamente estas prácticas voluntarias cubren en muchas ocasiones los puestos de formación quedan vacantes a través de la oferta curricular.

Con todo, el Ministerio de Trabajo ha encontrado dificultades para sacar adelante el nuevo marco de protección para los becarios, que según apuntan los sindicatos UGT y CC.OO. superan los 800.000 en activo en nuestro país. Ni CEOE ni los centros universitarios ven mejores los nuevos términos que reglarán la formación en las empresas. Y estando casi descartado el apoyo de la patronal, la vicepresidenta Díaz trabaja ya en labrar los apoyos necesarios para que el real decreto que incluya el Estatuto de Becario sea convalidado en el Congreso de los Diputados.